15 de marzo de 2011

Review: Sepalcure "Fleur" (2011)

Por Fernando Suarez.


-Sepalcure “Fleur” (2011)
En 2009, Travis Stewart (más conocido, o algo así, como Machinedrum) y Praveen Sharma decidieron unir fuerzas en un proyecto en común, inspirados por el compartido amor por la música House de los noventas y el Dubstep urbano y contemplativo de Burial. El resultado de dicha unión llevaría el nombre de Sepalcure y, en abril de 2010, vería la luz su primer trabajo discográfico, el ep “Love pressure”. Poco menos de un año después, aquí tenemos si continuación en la forma de este nuevo ep, compuesto de sólo cuatro temas. En ellos, el dúo parece dar forma definitiva a lo que ellos mismos llaman Lovestep, que no sería otra cosa más que la combinación de los profundos graves, los beats aletargados y los climas embotadores del Dubstep con una impronta eminentemente melódica, de tono melancólico y Soulero. Para lograr tales resultados, se dedicaron a armar elegantes pinturas melódicas a partir de voces sampleadas que adornan sus cuidadas construcciones instrumentales. Si bien su método de trabajo es obviamente digital, sorprende que el producto final exhiba una sensibilidad frágil y humana. “Fleur” es un disco ideal para contemplar las tardes lluviosas de la ciudad, un raro ejemplo de como la Música Electrónica puede ponernos en contacto con nuestras emociones más íntimas y profundas. Desde ya, hay un fuerte componente alucinógeno (por así llamarlo) en estas composiciones, en especial gracias al detallista entramado de arreglos y texturas aquí planteado. Es sólo que el viaje está dominado por vívidas imágenes cotidianas antes que por abstracciones o deformaciones surrealistas. De hecho, más allá del carácter bailable de algunos de sus ritmos, esto no tiene nada que ver con ningún tipo de escapismo discotequero. Al mismo tiempo, la intrincada musicalidad y el fuerte componente emotivo aquí desplegados dan por tierra con cualquier tipo de prejuicio rockero sobre las habilidades de los artistas electrónicos en general. Como siempre, sólo es cuestión de saber dónde buscar.

0 invocaciones del cosmos: