30 de julio de 2011

Review: Nine Eleven "City of quartz" (2009)

 Por Fernando Suarez.

-Nine Eleven “City of quartz” (2009)
Bautizarse como Nine Eleven puede ser visto como una mera provocación, en especial viniendo de un grupo Hardcore. La cosa toma otra profundidad cuando los implicados explican que el nombre hace referencia a la fecha en la que el presidente chileno Salvador Allende fue derrocado por el dictador Augusto Pinochet, con indisimulada complicidad de la C.I.A., y no al ataque al World Trade Center que tendría lugar el mismo día, veintiocho años después. Y es que estos franceses parecen buscar constantemente una vuelta de tuerca que los aleje del lugar común y las ideas trilladas. En lo referente al mensaje del grupo, y sumado a lo dicho, podemos mencionar que este tercer trabajo (precedido por el ep “King for a day, ghost for a lifetime” y el larga duración “Use your desillusion”, editados en 2006 y 2007 respectivamente) toma su título del aclamado libro del autor Mike Davis (un estudio cultural, económico e histórico de la sociedad de Los Angeles encarado desde un punto de vista marxista), que sus letras exploran diversos tópicos (lo político y lo emocional, lo global y lo local entrelazados) con lucidez y vuelo literario, y hasta se atreven a cuestionar a la propia escena Hardcore a la que pertenecen. En lo musical también hacen honor a ese espíritu inquieto, con un sonido que, aún plantado en esa impronta rabiosa del Hardcore, se expande en un vuelo creativo y una musicalidad elaborada, de tintes casi Progresivos. Podemos mencionar referentes como Refused (hay más de un guiño a los suecos), Shai Hulud (en especial en lo que hace a balancear agresión, emotividad e instrumentaciones virtuosas) o cierta modernidad melódica (por así llamarla) afín a nombres como Comeback Kid o los legendarios American Nightmare/Give Up The Ghost pero, en última instancia, el resultado final arroja una personalidad distintiva y esa pulsión por enroscarse sin perder de vista nunca la intensidad que caracteriza al género. A lo largo de estas once canciones nos toparemos con estructuras laberínticas, abruptos cortes y cambios de ritmo, multitud de arreglos de guitarras, juegos dinámicos inesperados e interpretaciones ajustadísimas e imaginativas, todo ello puesto al servicio de expresar una rabia visceral y urgente. En fin, por ahora, y luego de varias idas y venidas entre sus integrantes, sólo nos queda esperar la continuación discográfica de este genial “City of quartz”, que no debería tardar demasiado tiempo en ver la luz. Mientras tanto, aquí hay bastante para masticar.

29 de julio de 2011

Review: Football, Etc. "The draft" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Football, Etc. “The draft” (2011)
“Ser tímidos y tocar fuerte”, una buena declaración de principios que sirve tanto para este trío Texano como para toda aquella explosión subterránea de Indie/Emo de mediados de los noventas que parecen querer revivir junto a contemporáneos como Prawn, Crash Of Rhinos o Snowing. En efecto, aquí pueden arreciar las comparaciones con grandes nombres de aquella época como Sunny Day Real Estate, Mineral, Christie Front Drive, Rainer Maria o Texas Is The Reason y eso no es un problema, sino un rasgo de identidad. Esto no se trata de invenciones musicales extravagantes ni curvas inesperadas ni desafíos de resistencia para el tímpano, simplemente bellas canciones, de tono entre evocador y melancólico, construidas con la austeridad de un trío Rockero básico (guitarra/voz, bajo y batería) pero provistas de un vuelo innegable y una sensibilidad que pone la piel de gallina. Sostenidas por una base rítmica dinámica, elegante y con un afilado sentido del swing, arropadas por una excepcional labor de guitarra que dibuja certeros paisajes y sensaciones entre delicados arpegios, punteos tan gancheros como elaborados y conmovedoras progresiones de acordes de gran riqueza armónica, y coronadas por una voz vulnerable y vigorosa al mismo tiempo, que desgrana melodías de una belleza dolorosa y elevadora, de esas que se sienten como puñaladas o caricias en el alma, según el estado de ánimo así lo requiera. Nada de excesos ni histrionismos fuera de lugar, nada de maquillajes ni pataleos adolescentes, el atemporal poder de las buenas canciones y las grandes melodías es lo que mueve a esta gente. Las emociones desnudas con sencillez y una musicalidad intensa y despojada de artificios. Un disco ideal para contrarrestar este frío invierno porteño.

Review: Oathbreaker "Mælstrøm" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Oathbreaker “Mælstrøm” (2011)
Hoy en día, hablar de un cruza entre Tragedy, Converge y Entombed probablemente ya no sorprenda a nadie (de hecho, pareciera que, con el auge del Drone/Sludge/Post-Metal decayendo, el nuevo fetiche de los hipsters extremos viene del lado más oscuro y áspero del Hardcore y el Crust contemporáneo) pero, cuando dicha combinación está hecha con buenas ideas y, principalmente, potencia, los resultados pueden llegar a ser notablemente atractivos. Oathbreaker es un cuarteto belga enrolado sin dudas en esa suerte de Crust moderno y rasposo, de tono sombrío y guitarras gordas que se animan a jugar con emotivas melodías épicas, riffs un tanto más elaborados y disonantes y variantes rítmicas que pueden acercarse al Sludge o a cierto frenético groove Rockero sin perder por ello el filo rabioso que caracteriza al género. Se los puede comparar con otros exponentes actuales como Young And In The Way, Rise And Fall, Muga o lo último de Victims pero, aún así, esta gente se las arregla para presentar un sonido lo suficientemente personal y mantener un nivel de intensidad nada despreciable. Por un lado, tenemos la voz desgarrada y tremendamente energética de Caro, una chica que deja todo en cada interpretación y logra transmitir con punzante exactitud un constante torrente de agobiante agresión que se siente en las entrañas. Después, tenemos un contundente y ajustadísimo tándem rítmico que sostiene con brutal fuerza y dinamismo las elucubraciones de una guitarra que se expande en impenetrables murallas de distorsión al tiempo que expone un saludable sentido de la variedad y una inventiva que trasciende con soltura el manual de los dos o tres acordes patentado alguna vez por los legendarios Discharge. Todo ello envuelto en un sonido excepcional, equilibrado entre la mugre necesaria y la claridad para apreciar cada mínimo detalle sin bajar ni por un segundo la adrenalina. En fin, sin ser tremendamente originales (aunque el tema acústico que cierra y da nombre a la placa resulta una vuelta inesperada y un apropiado final para la misma), Oathbreaker logró un trabajo que levanta la cabeza por sobre el mar de mediocridad que parece estar invadiendo a este estilo en los últimos tiempos. Eso (y la fuerza arrasadora de sus canciones) debería ser motivo suficiente para darles una oportunidad.

28 de julio de 2011

Review: Abruptum "Potestates apocalypsis" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Abruptum “Potestates apocalypsis” (2011)
A pesar de haber cesado de existir como grupo (por así llamarlo) en 2005, Abruptum sigue entregando material inédito. En este caso, se trata de un disco grabado hace varios años (aunque, haciendo gala del aura misteriosa que siempre caracterizó a esta gente, no se especifica exactamente en qué año), que recrea musicalmente el Apocalipsis a través de sus cuatro jinetes: Peste, Guerra, Hambre y Muerte. Hasta ahí un concepto que sigue, más o menos, los lineamientos esperables dentro del Black Metal en general. Pero, claro, cualquiera que esté mínimamente familiarizado con la enfermedad que Abruptum viene esparciendo sobre la tierra desde principios de los noventas (cuando el mismo Euronymous se interesó en ellos y los acogió en su propio sello, Deathlike Silence Productions), sabrá que esperar material convencional de ellos sería un grave error. En efecto, su sonido siempre estuvo más cerca de las cavernosas ambientaciones Industriales, el Drone y las más tortuosas experimentaciones sonoras, que de los blast-beats, los riffs metálicos y los teclados épicos, aunque siempre con el foco puesto en las sensaciones más pérfidas y siniestras que puedan imaginar. La cosa no cambia en este “Potestates apocalypsis”, conformado por cuatro extensos temas (cada uno dedicado a uno de los mencionados Jinetes del Apocalipsis) que nos sumergen en un espeso viaje sónico de absoluta oscuridad lisérgica y formas poco definidas. Lo curioso es que, a pesar de tratarse de música eminentemente abstracta y netamente experimental, cada una de las composiciones transmite certeras visiones relacionadas con sus respectivos protagonistas. Así, “Pestilencia” propone un paisaje intensamente desolador, donde los sonidos resuenan como los ecos fantasmales de millones de infectados en sus últimos estertores agónicos, “Bellum” trae al frente un clima más agresivo (inclusive incorporando ritmos marciales), debajo del cual estallan crujidos y retazos de melodías de guerra achicharradas por bombas de puro ruido, “Fames” nos asfixia con un impenetrable entramado de texturas (enterrado bajo capas de mugre digital se puede escuchar un lúgubre coro gregoriano) atravesado por punzantes sacudidas ruidosas que replican con apabullante exactitud los espasmos que se sienten en las entrañas cuando éstas comienzan a consumirse, y “Mort” cierra el sórdido recorrido con gruesas resonancias que se mueven en círculos hasta envolver los sentidos y sumirlos en el más absoluto de los vacíos, mientras las visiones finales de un mundo que ya no es se marcan a fuego en nuestros espíritus y les anticipan lo que les espera por el resto de la eternidad. En fin, los seguidores más ortodoxos y conservadores todavía estarán lamentándose por la partida de It (miembro fundador de la banda) en 1996 y vapuleando a Evil (el único integrante desde ese entonces) por seguir adelante con este proyecto. Si no tienen ese tipo de problemas (y espero que no los tengan), he aquí otra de esas magníficas obras de pura maldad sónica a las que Abruptum nos tiene acostumbrados.

Review: Reaching Away "Please remember me" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Reaching Away “Please remember me” (2011)
“Push away the moon”, el álbum debut de Reaching Away editado en 2010, ya nos mostraba a estos ex miembros de The Pine (respetada banda Emo/Post-Hardcore de principios de la década pasada) moviéndose hacia terrenos más afines al Folk y el Indie-Rock, sin por ello resignar la impronta altamente emocional que los caracterizara. Dicho recorrido se acentúa en esta segunda placa, con diez nuevas composiciones que parecen paridas de un corazón eternamente quebrado y sangrante. En efecto, estamos hablando de canciones melódicas, interpretadas de forma prolija pero exponiendo siempre bordes rasposos y un núcleo de intensa melancolía que se clava como afiladas dagas en las entrañas. Las guitarras acústicas dominan el aspecto instrumental con sus insistentes rasgueos, sostenidos por una base rítmica ubicada y dinámica, alejada de cualquier tipo de exceso o exhibicionismo innecesario, y tendiendo una casi perfecta fundación para las áridas melodías vocales de Roger King, que suena casi como una versión oscura de Michael Stipe. De hecho, en más de una ocasión se percibe una fuerte influencia de los primeros R.E.M., aquellos donde aún se detectaban sus raíces Post-Punks. De todas formas, esto no se trata de ninguna copia. La identidad de Reaching Away prevalece a cada segundo, logrando una particular combinación de sensibilidad Emo, gancho Pop, aspereza Folk y cierta oscuridad Post-Punk que apunta a conmover con argumentos tan simples como irrebatibles. Si andan con ganas de algo de tristeza reflexiva, de material ideal para escuchar un domingo a la tarde, he aquí una buena opción.

27 de julio de 2011

Review: Unhold "Gold cut" (2008)

 Por Fernando Suarez.

-Unhold “Gold cut” (2008)
Los suizos Unhold son de los pocos grupos que, en los últimos tiempos, han logrado adoptar su amor por Neurosis de una forma tal que no suene como las millones de copias que andan dando vueltas por ahí. Ok, no son ningunos recién llegados, nacieron en 1992 pero recién en 2001 lanzaron su primer álbum (“Walking blackwards”) y, ciertamente, cuentan con la sabiduría y la soltura que les proporcionan esos años de carrera. Bien, dijimos Neurosis y, en efecto, aquí tenemos voces que recuerdan bastante al tandem Scott Kelly/Steve Von Till, en especial en sus momentos más controlados, guitarras que dibujan profundos paisajes musicales con un manejo de texturas y extrañas armonías y disonancias sencillamente sublime, tenemos ese corazón Hardcore elevándose a alturas de evocación épica insospechadas, tenemos esos ritmos que golpean como terremotos y esa habilidad para crear composiciones de recorridos intrincados pero siempre coherentes y certeros. El truco está en la inclusión de otros elementos musicales que terminan de redondear una identidad musical nada despreciable. Podemos encontrar, por ejemplo, algo (bueno, bastante) de la mugre urbana y asfixiante de Unsane y sus estructuras compositivas más afines al Hardcore, lo cual ayuda a traer las cosas a la tierra antes que dejarse llevar por divagues pseudo-místicos sin demasiada sustancia. Otro factor importante es el empleo de la melodía, que remite inevitablemente a nombres como Quicksand o Hum, en especial en lo que hace al trabajo de guitarras. En ese aspecto, es imposible no notar que algo de esa sensibilidad nerd del Post-Hardcore se cuela a lo largo de toda la placa, despojando así al grupo de cualquier tipo de innecesario histrionismo metálico y proveyendo un saludable equilibrio entre urgencia emocional e inteligencia compositiva. Y, de todas formas, los amantes de los riffs pesados y graves encontrarán mucho aquí para masticar. El punto es que el cuarteto evita los lugares comunes con absoluta naturalidad, logrando un resultado final demasiado compacto (y sin ni un sólo rastro de Post-Rock) para ser metido en la bolsa del Post-Metal, demasiado melódico para el Sludge, demasiado intrincado para el Hardcore, demasiado pesado para el Post-Hardcore, demasiado sensible para el Noise-Rock y demasiado terrenal para el Doom en general. O sea, un sonido personal reconocible y lo suficientemente abierto como para escapar elegantemente a los encasillamientos facilistas. No son cualidades como para andar despreciando hoy en día.

26 de julio de 2011

Review: Baring Teeth "Atrophy" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Baring Teeth “Atrophy” (2011)
Willowtip Records (el sello encargado del lanzamiento de este álbum debut de Baring Teeth) ya nos había traído, en este mismo año, los últimos trabajos de Ulcerate y Gigan, por lo que no es de extrañar que quieran profundizar aún más en esa especie de Death Metal surrealista, técnico, disonante y retorcido hasta la exasperación, que tantas alegrías nos viene dando últimamente. En efecto, lo que aquí tenemos es un despliegue de caos controlado capaz de acalambrar las neuronas más resistentes, un intrincadísimo viaje musical que genera constantes cortocircuitos sinápticos y estimula la imaginación hasta límites insospechados de virulenta locura lisérgica. De hecho, ni siquiera estoy seguro de que esto pueda ser llamado simplemente Death Metal. Ok, ahí están las voces guturales, los blast-beats frenéticos y la energía negativa pero si el referente más cercano que tenemos al género es aquel glorioso “Obscura” de Gorguts, entonces queda claro que la cosa no viene por carriles tradicionales. El hecho de que el trío se reconozca influenciado por grupos como Deathspell Omega, Dysrhythmia, KEN Mode y Playing Enemy, y que sumen embotadores pasajes de hipnótico Doom ambiental, ayuda a ir armando su complejo rompecabezas sónico. Sí, dije que son un trío y, por momentos, parece increíble que sólo tres tipos sean capaces de generar tanta música. Como podrán imaginar, se trata de músicos virtuosos y sin temor a explotar al máximo sus capacidades, siempre con el claro objetivo de perturbar los sentidos y sumergirlos en angulares visiones de absoluta asfixia y desesperación. La batería pone el sostén fundamental con un enardecido desparramo de golpes donde nunca falta ese toque dinámico que bordea el Jazz o el Rock Progresivo, mientras que el bajo y la guitarra se trenzan en caóticas batallas de contrapuntos, riffs enroscadísimos, punzantes disonancias, envolventes texturas y arreglos delirantes, manteniendo en todo momento un clima de espesa oscuridad, una tensión ominosa que se siente con intensidad tanto en los huesos como en la mente. En fin, más allá de rótulos específicos, si aprecian el Metal extremo hecho con originalidad, grandes ideas y despliegue instrumental puesto al servicio de las sensaciones más sórdidas, he aquí una pieza que no pueden dejar pasar.

Review: Asura "Baby detox" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Asura “Baby detox” (2011)
No lo nieguen, todos tenemos esos días en los que nos levantamos cruzados y odiando al universo. ¿Y qué mejor para encarar dichas jornadas que un buen despliegue de jodido Grindcore, capaz de derretirnos la cara con su velocidad y elevar los niveles de adrenalina hasta límites insostenibles? Con este trabajo debut (lanzado por Grindcore Karaoke, así que ya saben que lo pueden descargar de forma gratuita), este trío sureño cumple con las expectativas y hasta se anima con algunas ideas musicales interesantes. Claro, el hecho de que la formación sea de voz, guitarra y batería (sin bajo) ya los acerca a nombres como Discordance Axis y Pig Destroyer, y esa es una buena pista. De todas formas, Asura no se sumerge por completo en las aguas más experimentales del género y aún retiene ciertos lazos con los ataques más primigenios de bandas como Napalm Death, Terrorizer o el primer Brutal Truth, logrando combinar ambas facetas de forma bastante personal y con una energía tan rabiosa como retorcida. El sonido está lejos de ser perfecto pero aporta una suciedad nada despreciable y, de todas formas, permite apreciar cada detalle con la suficiente claridad. Las canciones mismas poseen estructuras más bien caóticas, pasando del blast-beat borroneado a rebajes casi Punkys y de ahí a elucubraciones más tensas e intrincadas, todo empapado por la descontrolada distorsión de una guitarra que riffea alocadamente y con un marcado gusto por la disonancia, y adorando por esos típicos e irresistibles juegos de gruñidos graves y chillidos que taladran los tímpanos. En fin, por ahora es un primer paso promisorio y que deja la puerta abierta para que, con material más desarrollado (esto es un ep de siete temas en diecisiete minutos), nos vuelen la cabeza completamente. No los pierdan de vista.

25 de julio de 2011

Review: Rational Animals "Bock Rock parade" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Rational Animals “Bock Rock parade” (2011)
El lugar común establece que las comparaciones son odiosas pero, ¿qué puede haber de odioso en que te comparen con Black Flag y Bl’ast? Sí, la propuesta de Rational Animals va por esos carriles de Punk-Rock frenético pero construido sobre riffs intrincados y adornado por solos disonantes, jugando con flirteos Blacksabbatheros pero siempre enmarcados en esa impronta cruda, visceral y sudorosa que hace hervir la sangre y descartando cualquier atisbo fantasioso o innecesariamente épico. Ok, las influencias son bien claras y esto no es ningún ejercicio de originalidad pero, aún así, la intensidad y la inventiva que despliegan estos tipos en sus composiciones es irreprochable y endiabladamente atractiva. En primer lugar, tenemos un sonido que, sin resignar crudeza y naturalidad, no se queda en las limitaciones técnicas de los ochentas y permite apreciar la innegable musicalidad del cuarteto, al tiempo que se siente como una certera patada en las encías. Después, tenemos un trabajo de guitarras excepcional, una clase magistral de cómo el más salvaje Punk-Rock puede trabajarse con riffs angulares, densos rebajes, arreglos retorcidos (hay inclusive algunos punteos limpios de tono casi Surfer) y solos histéricos, sin por ello resignar la urgencia básica del género. A eso, se suma una base rítmica sólida, furiosa pero siempre atenta a las idas y venidas de las guitarras, y un vocalista que escupe bilis y suple sus limitaciones técnicas con una energía arrasadora y una inteligente dosificación de berridos varios con diferentes niveles de suciedad. Y todo eso expresado en canciones geniales, tremendamente energéticas y elaboradas al mismo tiempo, cargadas de una áspera densidad emocional que se siente en las entrañas y transmite una fuerte sensación de asfixia, trabajadas con una imaginación al rojo vivo (insisto con el manjar que son esas guitarras) y una potencia irresistible. En fin, no tengo muchas más palabras para describir esta maravilla. Si, como yo, cuentan a Black Flag entre sus bandas de cabecera, he aquí casi veintisiete minutos de pura dicha musical que los harán vibrar hasta quedar agotados y felices.

Review: Endwell "Punishment" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Endwell “Punishment” (2011)
Es notable la evolución que Endwell viene exponiendo desde sus inicios, allá por 2003. Comenzaron (en “Homeland insecurity”, 2006) con una propuesta más bien ligada a esa suerte de puente entre el Emo y el Metalcore más melódico (AlexisOnFire podría ser un buen punto de referencia), luego se endurecieron notablemente (en el ep “Revenge is a healthy motive” y el larga duración “Consequences”, lanzados en 2008 y 2009 respectivamente), arrimándose tanto al Metalcore más agresivo de los noventas (nada de Death melódico por aquí, ojo) como al Hardcore de su New York natal pero con un sonido bien moderno y potente, y ahora, en este “Punishment”, vuelven a abrir el espectro a sonoridades e influencias más variadas sin que ello signifique un paso hacia atrás. Las trece canciones aquí presentadas retienen esa energía furiosa y visceral, las guitarras inundan el aire con su machacante electricidad, las bases pegan duro donde más duele y las voces rugen con todo el odio del mundo. El punto es que, entre riffs mosheros, tempos acelerados y alaridos varios, se hacen lugar melodías más elaboradas, climas bordeando la Psicodelia, dinámicas, arreglos y texturas inesperadas, y una imaginación musical que antes sólo se intuía entre tanto desparramo de pura rabia. La palabra clave parece ser variedad, el quinteto pone toda la carne al asador y no deja ni una idea sin probar, desde trabadas bases Meshuggescas hasta melodías de tono casi épico y cierto regusto lejano al Refused más desprejuiciado, pero siempre con los pies plantados en el duro asfalto neoyorquino y la constante agresión urbana que sus calles transmiten. O sea, no se trata de material vanguardista ni revolucionario pero, partiendo de esas bases bien cavernícolas y virulentas, los muchachos se las arreglan para ponerle un sabor bastante particular al Hardcore metalizado de ayer y hoy.

Alteración Mental Podcast



Cortesía de Alien Industries




Las Monjas Malditas. Que buen tema para un programa de radio.

23 de julio de 2011

Review: Pond "Pond" (1993)

 Por Fernando Suarez.

-Pond “Pond” (1993)
El colorido collage del arte de tapa y la fecha de edición ya nos dan pistas. El hecho de que el sello encargado de la edición sea Sub Pop (ya saben, aquel que lanzó los primeros trabajos de Nirvana, Soundgarden, Tad y Green River, entre tantos otros) y que en la lista de agradecimientos encontremos nombres como Love Battery, Crackerbash y Seaweed casi confirma las sospechas. Si están pensando en cierta palabra que empieza con G y termina con runge, no están mal rumbeados. En efecto, este trío oriundo de Portland, Oregon contaba con los suficientes elementos musicales y estéticos como para asociarlos a las camisas a cuadros y los jeans raídos. Crudas guitarras distorsionadas, empuje Punk, melodías entre el Pop y la Psicodelia, canciones sencillas pero nunca burdas, cierta cansina pesadez y toda esa impronta entre áspera, despojada, emocional y enfermiza. Y aún así, no estamos hablando de un producto genérico o demasiado atado a convenciones estilísticas. Tal como sucediera con otras bandas de su misma ciudad (Hazel, Sprinkler, Thrillhammer o Svelt son buenos, y muy recomendables, ejemplos), Pond ponía al frente de su propuesta una sensibilidad melódica claramente Popera, dejando de lado casi por completo cualquier tipo de conexión con el Rock pesado de los setentas y rescatando más bien la efervescencia psicótica de unos Pixies, los climas hipnóticos de Throwing Muses, el colorido sutil y las ajustadas interpretaciones de Meat Puppets e inclusive el rugido emocional del Hüsker Dü más accesible. Al mismo tiempo, debajo de esas melodías gancheras (a veces más alegres, a veces más retorcidas, a veces más etéreas, a veces más maliciosas, a veces más íntimas, siempre memorables y perfectamente trabajadas a dos voces), se escondía una musicalidad elevada y creativa, una sorprendente capacidad para plantear estructuras y arreglos sumamente intrincados, condensando delirios lisérgicos y rebusques casi Progresivos en perfectas gemas melódicas siempre guiadas por una entrega urgente, visceral y emotiva. Y les puedo asegurar que el resultado final es tan estimulante como único y personal, tal vez demasiado personal si tenemos en cuenta que Pond nunca alcanzó el suceso comercial esperado, ni siquiera con sus dos discos posteriores (“The practice of joy before death” de 1995 y “Rock collection” de 1997, este último inclusive editado por un sello multinacional), que mostraban al trío puliendo aún más su sonido. No importa, claro, en definitiva los noventas nos han legado legiones de grupos admirables que podrían haberla pegado pero, por diversos motivos, quedaron en la oscuridad. Pero, antes que un mero ejercicio de nostalgia, revisitar este debut homónimo es encontrarse con una colección de grandes canciones a cargo de un grupo pletórico de imaginación e ideas propias. Y eso es algo que siempre vale la pena.

22 de julio de 2011

CUCO en Radio Nacional





VIVA PERÓN CARAJO
y el Chapa

Review: Dead Language "Dead language" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Dead Language “Dead language” (2011)
Con integrantes que forman (o formaron) parte de grupos como No Comment, Iron Lung y Running For Cover (entre otros), bien podríamos decir que Dead Language es algo así como un supergrupo del Powerviolence, si tal cosa es posible. Y, si nos guiamos por la música contenida en estos casi diecinueve minutos de pura agresión descontrolada, habría que agregar que se trata de uno de los mejores exponentes del género que han surgido en los últimos tiempos. Es que, aún manteniendo los estamentos básicos del estilo (el Hardcore extremo e hiper-acelerado, las estructuras caóticas, la crudeza sonora, los ocasionales rebajes Sludgeros), este rejunte de veteranos se las arregla para dar a luz un material sumamente personal y provisto de una intensidad que tritura los huesos. Podríamos afirmar que lo de Dead Language no viene por el lado del revival o la mera recreación de viejas enseñanzas, sino que se acerca más al espíritu experimental de los mencionados Iron Lung, jugando con riffs disonantes, espesas texturas, inesperadas variantes rítmicas y un elaborado sentido de la tensión y la dinámica. El trabajo de guitarras es sencillamente excepcional, desplegando una sólida muralla de distorsión que se adapta a la perfección tanto a los ritmos más vertiginosos como a los pasajes más densos y aplastantes, jugando con una profundidad armónica poco común en el género y disparando constantes estímulos a la mente con una inventiva elevada pero siempre atenta a la virulencia y la agresión sensorial. Por supuesto, también tenemos esas voces que gritan hasta agotar el aire de sus pulmones, una base rítmica ajustadísima, frenética y con una energía sobrehumana, y hasta importantes flirteos con el Noise y las ambientaciones cavernosas que nos traen a la mente las lecciones más avanzadas de Man Is The Bastard o Gasp. En fin, si estaban buscando algo de Powerviolence pero con personalidad e ideas propias y renovadoras, he aquí una opción ideal, entregada por gente que sabe mucho del tema.

Review: Asva "Presences of absences" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Asva “Presences of absences” (2011)
Hasta ahora, Asva podía ser definida como esa suerte de Pequeña Orquesta Resonante liderada por G. Stuart Dahlquist (ex miembro de Sunn 0))), Goatsnake y Burning Witch) y conformada por gente como Trey Spruance (Mr. Bungle, Secret Chiefs 3, Faxed Head, brevemente Faith No More), Billy Anderson (productor de Neurosis, Eyehategod, Melvins, Sleep y tantos otros paladines de los riffs gordos), Brad "B.R.A.D." Mowen (Burning Witch, The Accüsed) y diversos miembros de bandas como Lesbian, Wolves In The Throne Room y Kayo Dot. A partir de este flamante “Presences of absences” la cosa cambia en favor de una impronta más austera, despojada y emocional pero igualmente densa y con la voluntad experimental en constante ebullición. La formación se ha reducido a un cuarteto, en el que se destacan Toby Driver (Kayo Dot, Maudlin Of The Well) con su atildado despliegue vocal, Jake Weller con sus extrañísimos arreglos de trompeta, Greg Gilmore con esa increíble capacidad para mantener un ritmo sólido y ajustadísimo aún a velocidades casi letárgicas y, obviamente, el mismo Dahlquist, encargado de la guitarra, el bajo, el órgano (inserte chiste soez aquí) y compositor de las cuatro extensas piezas que conforman la placa. Aún con esta reducción de ingredientes, Asva sigue sonando como el hermano culto y colorido de Khanate, o como el hijo que Sunn 0))) y Kayo Dot jamás tuvieron. Es decir, sobre principios tomados del Drone (ritmos lentísimos, al borde del colapso, riffs atronadores, notas alargadísimas e hipnóticas, atmósferas embotadoras, frecuencias graves que resuenan hasta el infinito), el grupo se explaya en intrincadas construcciones armónicas plagadas de detalles y sutilezas que le aportan nuevas dimensiones, sonoras y compositivas, al género, al tiempo que respetan esa impronta solemne y mística que lo caracteriza. Esto tal vez se note más que nunca en este tercer disco, donde la melodía ha ganado un lugar prominente y los teclados toman el mando de las composiciones, quitándoles algo (bueno. Bastante) de Metal y ruido pero nada de pesadez. Aunque van por objetivos estéticos diferentes, se puede trazar cierto paralelo con el renacimiento acústico de Earth de la década pasada hasta la actualidad, en especial en lo que hace a generar ese mismo clima de agobio, tensión y densidad emocional sin depender del volumen, la distorsión o los efectos, sino apoyándose primero en las canciones mismas y luego en interpretaciones tan cuidadas como inteligentes y sensibles. O, en otras palabras, que el Drone puede ser música (de esa que algunos consideran “buena”) y no sólo ruido. Compruébenlo a lo largo de los cincuenta y nueve minutos que dura este intenso viaje.

Lengua Mortuoria







Si sres. con extremo orgullo presentamos al unipersonal Lengua Mortuoria, quien desde Córdoba nos propone un oscuro viaje hacia un abismo infernal de pesadillas Lovecraftianas que bien combina la ciencia ficción con el horror, el drone y el noise, en una masa gelatinosa y purulenta de terribles riffs enfermos y apocalípticos.







Si con esa descripción no estás saltando del asiento del susto (?), te invitamos a descargar sus dos discos: I y Viaje Negro, a ver si se te mueve un pelo.

Bajate Viaje Negro de Lengua Martuoria acá
Bajate I de Lengua Martuoria acá

Lengua Mortuoria & Randolph Carter



"El Eco de un Tiempo Distante, es el sonido de un pasado inmemorial, de tiempos olvidados y un futuro remoto en lugares jamás imaginados".
Con esta premisa netamente Lovecraftiana, Hristo nos cuenta de su nuevo disco, realizado en colaboración con Randolph Carter (quien les escribe), diseñado exclusivamente para transportarnos hacia extraños mundos lejanos, donde obscenas criaturas reptan y se retuercen bajo el piso, esperando el momento para despertar a nuestro plano de conciencia humana y hacer realidad nuestras peores pesadillas.

Eso y hacer mucho ruido.


Bajate El Eco de un Tiempo Distante de Lengua Mortuoria & Randolph Carter acá

21 de julio de 2011

Review: Prawn "You can just leave it all" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Prawn “You can just leave it all” (2011)
No es la primera vez que pasa pero hoy las palabras no fluyen demasiado, este nudo en la garganta parece detenerlas. Pienso que debería mencionar datos, como que Prawn es un cuarteto oriundo de New Jersey, que nacieron en 2007 y cuentan con un ep previo (“False institutions”, editado en 2009) que ya anticipaba bastante del enorme poderío emocional y la profunda y conmovedora impronta musical que exponen a lo largo de este álbum debut. Tal vez debería decir que ellos mismos se reconocen influenciados por el Indie-Emo y el Post-Rock de mediados de los noventas y que, en efecto, aquí se pueden percibir las enseñanzas de grandes clásicos como Sunny Day Real Estate, American Football, Mineral, Braid o Boys Life. Podría ponerme un tanto más minucioso y hablar de esos evocadores paisajes generados por las guitarras, entre preciosos entramados de arpegios, elevadores punteos cargados de delay, riffs angulares, intrincados contrapuntos, preciosas progresiones de acordes y desgarradoras subidas de intensidad, o del increíble instinto dinámico de la base rítmica, de esa movilidad contagiosa y visceral que contagian con pasmosa naturalidad, o de la hiriente belleza de sus melodías, cantadas con la suficiente corrección técnica pero con el foco puesto en la expresividad antes que el refinamiento. Inclusive no estaría fuera de lugar señalar que esta versión del Emo no tiene nada que ver con maquillajes y poses adolescentes, que lo de Indie es, en realidad, una forma de señalar el énfasis melódico y no un rasgo estilístico definitivo, que aquí no hay lugar para distantes ironías o gestos de afectada languidez, que, a pesar del prefijo Post, aquí hay más Rock del que creerían. Y aún así no es suficiente. Nada de eso explica por qué estas diez canciones se me clavan en el corazón y me humedecen los ojos, por qué me resulta tan placentero y doloroso al mismo tiempo perderme en estos convulsionados recorridos musicales, por qué los pasajes más álgidos se apoderan de mi cuerpo y lo sacuden con fuerza, por qué los remansos más reflexivos me transportan a otros lugares y tiempos, por qué, al finalizar estos treinta y siete minutos y pico de música, me siento lastimado y, a la vez, reconfortado.

Review: Reflections Of Internal Rain "Answers" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Reflections Of Internal Rain “Answers” (2011)
Serbia tal vez no figure en los papeles como un lugar demasiado propicio para el Hardcore pero los muchachos de Reflections Of Internal Rain barren con el prejuicio a pura intensidad y grito pelado. Ya aquel “Last flood”, con el que habían debutado en 2009, sorprendió a más de uno con su personal y potente combinación de diferentes variantes Core, y este flamante ep de siete temas no hace más que confirmar la impresión positiva que aquel dejara en su momento. El quinteto se las arregla para tomar diferentes elementos estilísticos (la pasión desbocada del Hardcore vieja escuela, el Crust monolítico y oscuro de Tragedy o Remains Of The Day, el caos emocional del Screamo más violento, las variantes rítmicas y armónicas del Post-Hardcore, la combinación de agresión y melodía de bandas como Verse o Defeater, y hasta ciertos arreglos de tono casi épico) y fundirlos en un sonido personal, casi como si se propusieran encontrar el punto justo en el que todas esas expresiones convergen. Lo interesante es que la mezcla no suena forzada o demasiado calculada, sino que fluye de forma orgánica en canciones donde siempre manda la adrenalina, la energía visceral y una emotividad desgarrada que no sabe de poses superficiales o vacuos gestos pendencieros. Por supuesto, también ayuda el hecho de que se trate de músicos sólidos en la interpretación y creativos a la hora de componer, virtudes que, en definitiva, trascienden los géneros y contribuyen una nunca despreciable profundidad musical. En fin, en sólo veinte minutos, Reflections Of Internal Rain logra conmover y movilizar con urgencia y buenas ideas. No se le puede pedir mucho más a la existencia.

20 de julio de 2011

Review: Between Earth & Sky "Of roots and wings" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Between Earth & Sky “Of roots and wings” (2011)
Contando en su formación con integrantes destacados de luminarias como Trial, Catharsis y Strain, Between Earth & Sky podría ser tranquilamente considerado una especie de supergrupo del Hardcore de los noventas pero ahora. Y si, por lo general, uno espera de este tipo de proyectos respeto por las tradiciones de los músicos involucrados y, al mismo tiempo, una cierta vuelta de tuerca personal que aleje el olor nauseabundo de la mera nostalgia sin sustancia, entonces podemos decir “prueba superada”. “Of roots and wings” nos presenta seis composiciones donde esa impronta oscura y ocasionalmente metalizada de las bandas mencionadas se hace presente pero trabajada con un renovado sentido de madurez compositiva, abriendo la puerta a una musicalidad trabajada e inteligente pero sin resignar jamás la energía visceral que caracteriza al buen Hardcore. La base rítmica se mueve entre ominosos medios tiempos, envolventes rebajes y ocasionales aceleradas con ajustada solidez y un afilado instinto dinámico, las guitarras se explayan en una tarea fantástica, dibujando riffs potentes, elaborados sin pasarse nunca de rosca y adornados por una sensibilidad melódica desgarradora y elegante al mismo tiempo, y la voz termina de apuntalar ese aire de desazón variando entre pasajes de tensa calma y estallidos con las cuerdas vocales a punto de quebrarse. A todo eso se suman ocasionales samples y teclados, pasajes instrumentales de dolorosa belleza y una constante sensación de pesadez emocional que bordea lo épico. O sea, estos veteranos bien podrían haberse quedado en una reinterpretación al pie de la letra de sus viejas aventuras musicales y nadie se hubiera quejado, pero decidieron poner toda la carne al asador y entregar una obra relevante, intensa y de gran profundidad musical que, no obstante, lleva estampada a fuego la marca identificatoria de los músicos. Sumamente recomendable para todo aquel que aprecie las emociones fuertes.

Review: Don Garnelli "Grindcore//Death" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Don Garnelli “Grindcore//Death” (2011)
Don Garnelli es en realidad un tal Will Butler, un tipo barbudo que, con la ayuda de sus amigos Andres Wade (en batería) y Matt White (en gruñidos varios), se dedica a divertirse derritiendo neuronas con esta especie de Noise/Grind deforme y tan colorido como el arte de tapa. A ver, acá tenemos diez temas en siete minutos y les aseguro que ese es todo el tiempo que esta gente necesita para jodernos la cabeza. Fíjense en el primer tema, “Constant decay”, que comienza con más de un minuto de pura tensión ambiental electrónica para desembocar en unos últimos segundos de riffs degradados y gruñidos guturales. O en los veinte segundos de distorsión saturada y atravesada por caóticos golpes de batería de “Weak interaction”, la mini-zapada (quince segundos de pesadez y quilombo seguidos de veintiocho segundos de un tenue crepitar electrónico, un esquema que se repite en otros temas pero con distintos ruidos) de “Uncertainty principle”, esa especie de Stoner bastardeado y cubierto de pus que es “Search for dark matter”, los nueve segundos de estallido riffero de “Exterior power” o el final a puro Ambient cavernoso de “Violation of supersymmetry”, como para hacerse una idea. Por momentos suenan como si el primer Anal Cunt, el más ruidoso y amorfo, se juntara a zapar con Kusari Gama Kill y llamaran a Lustmord para meter breves interludios entre explosión y explosión de puro caos sónico. En fin, nada muy delicado ni amigable pero, ciertamente, se trata de material con un alto grado de personalidad y sádico vuelo creativo. Y es ideal para espantar indeseables. Descárguenlo de forma gratuita en www.grindcorekaraoke.com y compruébenlo por su cuenta.

19 de julio de 2011

Review: Dos "Dos y dos" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Dos “Dos y dos” (2011)
Con el perfil bajo y la humildad que caracteriza a esta gente, llega un nuevo trabajo discográfico de Dos, el primero desde “Justamente tres”, editado en 1996. Ah, por si no lo sabían estamos hablando del proyecto que comparten Mike Watt (ex Minutemen y fIREHOSE, solista destacado, leyenda viviente del Punk americano, miembro de los renovados Stooges e inquieto colaborador en innumerables proyectos) y su ex esposa (estuvieron casados entre 1987 y 1994, aunque su relación va más atrás en el tiempo) Kira Roessler (ex bajista de Black Flag entre 1983 y 1985), y en el que dan rienda suelta a composiciones propias (y algún que otro cover) basadas exclusivamente en sus dos bajos y ocasionales intervenciones vocales. Antes hablé de perfil bajo y eso se traduce con exactitud en la música de Dos, completamente alejada de cualquier tipo de espectacularidad rockera, distendida en su concepción e interpretada con una elegancia cálida, casi íntima y sumamente entrañable. Básicamente, se trata de trece canciones donde ambos bajos (despojados de cualquier tipo de efecto) se entrecruzan en sobrias y evocadoras líneas melódicas, jugando entre arreglos, contrapuntos y armonías de una riqueza notable y, al mismo tiempo, apoyándose en un sonido natural y austero y una fluidez orgánica que aleja con buen gusto y simpatía cualquier atisbo de pretensiosa autoindulgencia. Por supuesto, se trata de material absolutamente original e imposible de encasillar, aunque ese mismo espíritu indomable es lo que definía, de cierta forma, la idea de Punk Rock de Black Flag y Minutemen en su momento. Aquí no hay riffs furiosos ni ritmos frenéticos ni alaridos desgarrados, esto es pura música que se escurre por nuestros oídos como un manantial cargado de absoluta y sencilla belleza, creada con una honestidad y una transparencia que genera escalofríos de emoción en el espíritu y entregada con un sentido musical elevado, que deja atrás tanto las convenciones genéricas y las poses vacías del Rock como el acartonamiento y la frialdad que suele acompañar a los músicos académicos, por así llamarlos. No se lo pierdan.

18 de julio de 2011

Gran Cuervo y Tzara






Aquí presentamos un par de aperitivos para aquellos interesados en la música de Tzara y Gran Cuervo. Anticipando lo que será el nuevo LP de Tzara, aquí entregamos como entremés uno de los temas que fueran grabados en vivo en el 2010, en formato split con otro gran tema de Gran Cuervo, extraído de las infames Polisessions.
Por otro lado tenemos el EP Invocando Dioses que recapitula las Polisessions, entregando las últimas grabaciones de Gran Cuervo generadas en aquellas semanas del 2009 en la casa del Poli. Ambos discos serán regalados junto con la entrada de futuros recitales de ambas bandas, para que aquel que vaya a los shows no solo se lleve el recuerdo de un buen toque, sino también un disquito de regalo a su casa.

De todos modos, la música siempre estará disponible aquí en Zann para el que no llegue a conseguir el CDR.

Descargar Invocando Dioses de Gran Cuervo aquí
Descargar Split de Gran Cuervo y Tzara aquí

Review: Harm's Way "Isolation" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Harm's Way "Isolation" (2011)
Los primeros minutos de “Scrambled” (tema que abre este segundo larga duración de Harm’s Way) hicieron que pensara que me había equivocado de disco y había puesto uno de Godflesh. Sí, ritmos mecánicos y opresivos (aunque con un sanguíneo latir tribal), samples corrosivos, guitarras disonantes y clima apocalíptico...hasta que entra el primer riff groovero, la base acorde y los gruñidos rabiosos para recordarnos que estos muchachos enojados de Chicago siguen estando del lado más oscuro, metalizado y agresivo del Hardcore. Claro, antes sumaban a su evidente amor por Integrity importantes cuotas de vértigo y pudrición casi Grindcorera y monolíticos rebajes que no desentonarían en el repertorio de Crowbar, ahora parecen concentrados en su faceta más densa y lúgubre, sin por ello resignar el odio desatado que exudan a cada segundo. Todavía hay temas rápidos pero hasta en ellos se respiran aires espesos y enrarecidos, con unas guitarras gordísimas y unos riffs que pintan dementes visiones apocalípticas con una exactitud apabullante. Y sí, también han sumado el ocasional empleo de samples y texturas de tono Industrial y hasta hay pasajes donde las voces recuerdan notablemente al Justin Broadrick más iracundo, lo cual da un resultado final sumamente personal e intenso, una reinterpretación acertadísima y refrescante de aquel sonido patentado por los mencionados Integrity, que tantas bandas intentan reproducir hoy en día con diversos grados de éxito. Ojo, el cambio no es abrupto, se nota que van incorporando de forma paulatina esas variantes más experimentales (por así llamarlas) para fundirlas con su habitual virulencia Core pero, justamente, este híbrido entre Godflesh e Integrity al que se están acercando no sólo es endiabladamente atractivo, sino que también nos hace preguntarnos cómo a nadie se le ocurrió antes, siendo que ambas bandas tienen bastantes puntos en común (la impronta apocalíptica, los riffs simples, jodidos y certeros, la voluntad experimental, el corazón Hardcore recubierto de coraza metálica) a pesar de sus evidentes diferencias estilísticas. En fin, palmas para Harm’s Way, que se las arreglo para darle una interesantísima vuelta de tuerca a un estilo no muy amigo de las renovaciones.

Review: Lock Up "Necropolis transparent" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Lock Up “Necropolis transparent” (2011)
Era lógico pensar que, tras el fallecimiento del guitarrista Jesse Pintado en 2006, este proyecto (inicialmente ideado por él y el bajista Shane Embury como una forma de reencontrarse con sus más crudas raíces Grindcoreras) dejaría de existir. Contra todas las probabilidades, y tras el reclutamiento del chileno Anton Reisenegger (miembro de Criminal, Inner Sanctum y los legendarios Pentagram) como guitarrista y ocasional vocalista, Lock Up está de vuelta con los riffs y los blast-beats intactos. La formación, con la obvia excepción de Reisenegger, es la misma del anterior disco de estudio, “Hate breeds suffering” de 2002, es que decir que a los mencionados se suman la eternamente repiqueteante batería del gordo Nick Barker y los característicos alaridos Crustys del, a esta altura, legendario Tomas Lindberg. Hasta ahí las presentaciones, el resto casi que lo pueden imaginar sin mi ayuda. Esto es Grindcore de pura cepa, vertiginoso, violento, con los necesarios flirteos con el Death, el Hardcore y el Thrash, interpretado de forma ajustadísima y envuelto en un sonido que permite apreciar cada mínimo detalle de esta auténtica carnicería sónica. No esperen vueltas de tuerca inesperadas ni experimentaciones vanguardistas porque el objetivo del grupo pasa por otro lado y no tienen la más mínima intención de disimularlo. Más allá del alto nivel interpretativo de los músicos, la cosa aquí no pasa por despliegues de virtuosismo o refinamientos compositivos, esto es pura adrenalina, violencia condensada en estallidos sónicos que en rara ocasión superan los dos minutos de duración. Los riffs serruchan la carne como motosierras, las bases trituran los huesos con su frenético andar, las voces hacen hervir la sangre y contagian una ira que se siente intensa y honesta, y la cuidada producción no hace más que intensificar la golpiza con una claridad y una contundencia apabullantes. Ok, algunos dirán que, sin las luminarias involucradas, Lock Up sería una banda más del montón pero, si bien algo de cierto puede haber en ese argumento, la energía inclaudicable que transmiten sus canciones los hacen merecedores de la atención de cualquier buen amante del Grind que se precie de tal.

16 de julio de 2011

Review: Fuel "Monuments to excess" (2000)

 Por Fernando Suarez.

-Fuel “Monuments to excess” (2000)
Suele suceder en la vida en general, y el Rock no debería ser una excepción pero siempre me termina resultando curioso cómo el tiempo pone las cosas en perspectiva. En su corta existencia (1989 a 1991, pero podríamos ir un par de años antes a breves proyectos de similar talante como The Skinflutes y Sawhorse), Fuel (no confundir con la banda de igual nombre oriunda de Tennessee, formada a mediados de los noventas y más afín al sonido de, contengan la náusea, Creed o Godsmack) seguramente fue considerado como un grupo de San Francisco desesperado por emular las enseñanzas que la escena de Washington DC impartiera al Hardcore/Punk americano desde aquel glorioso Revolution Summer de 1985. Y es que, diseccionando sus canciones, era posible encontrar claras influencias de bandas como Fugazi (el groove Funky, la ajustada interacción instrumental, las variaciones dinámicas, ciertos riffs con ese staccato tan particular patentado por Ian MacKaye en temas como “Waiting room”, los crudos y sentidos juegos a dos voces), Rites Of Spring (la emoción desbordada, las desgarradoras melodías de guitarra, un tono de voz rasposo bastante similar al de Guy Picciotto en esa época), Ignition (las estructuras más directas, la sensibilidad melódica, las letras que conjugaban lo político y lo emocional como parte de una misma cosa), Dag Nasty (las ocasionales aceleradas Hardcore, los pasionales estribillos para corear a viva voz), Embrace (esas geniales líneas de bajo y esas guitarras crudas y delicadas al mismo tiempo) o el primer Jawbox (esa espesa ensoñación y la imaginación inagotable de la guitarra de J. Robbins), por sólo citar algunas. El punto es que Fuel se las arreglaba para agrupar esas referencias de forma absolutamente personal y creativa, y lo hacía con una intensidad capaz de convencer al más escéptico. Con canciones certeras y gancheras, instrumentaciones pletóricas de inventiva y arreglos interesantes, y una urgencia que se imponía tanto en el alma como en el cuerpo, elevándonos en frenéticas danzas de liberación y disgusto. Si bien en lo formal es más práctico utilizar términos como Post-Hardcore o Emo, en esencia esto mantiene la pasión visceral, el empuje vigoroso y el espíritu revolucionario que se supone que caracteriza al mejor Hardcore. Y, claro, el tiempo terminó demostrando que la música de Fuel resultaría ser tremendamente influyente para nombres importantes como Hot Water Music, Black Cross, Jawbreaker (hay aquí un fallido intento de versionar su “Shield your eyes”, que termina siendo un híbrido entre la parte instrumental de ese tema y las voces de “Why can’t you see” de Fuel), Small Brown Bike o Kerosene 454, entre otros. “Monuments to excess” compila la discografía completa del cuarteto, incluyendo esos diez monumentos a la perfección (sí, soy un vivo bárbaro) que integraban su debut homónimo de 1990, el ep “Take effect” (del mismo año) y temas pertenecientes a diversos splits y compilados. Tras su disolución, sus músicos formaron parte de grupos sumamente recomendables como Navio Forge, Torches To Rome, Bread And Circuits, Monsula, Baader Brains y Please Inform The Captain This Is A Hijack, todos ellos continuando, de una forma u otra, con el legado musical planteado inicialmente por Fuel. Un documento imprescindible para todo aquel que aprecie la visceralidad del Hardcore y el Punk expuesta con gran calidad musical, ideas claras y emociones a flor de piel.

15 de julio de 2011

Human Bait - Ash Swallowing Cult





Human Bait vuelve a la carga con su primer LP. Y siguiendo la línea desplegada en su primer trabajo junto a Idrol, el misantrópico y retraído Issyk Kul ha logrado llevar su espinoso metal industrial hacia nuevos terrenos de tortura sonora, mezclando los clásicos sonidos del black metal con los más corrosivos despliegues de ruido digital y mecánicos ritmos programados. Para todos aquellos dispuestos a soportar este auténtico descenso al infierno, agárrense de sus asientos.



Descargar Ash Swallowing Cult de Human Bait aquí

Review: Eshas "Eshas" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Eshas “Eshas” (2011)
Lo que sería una breve y amigable colaboración entre Rob Fish (vocalista de bandas legendarias como Ressurection, 108 o The Judas Factor) y Aaron Edge (miembro de los Metalcore Himsa y de los Sludge Iamthethorn) terminó por tomar una entidad propia que queda expuesta en este auspicioso ep debut. Claro, los pergaminos de los músicos involucrados pueden hacernos imaginar ciertas pautas musicales, y si están pensando en un Hardcore pesado, oscuro, disonante y cargado de tensa profundidad espiritual no están mal rumbeados. Fish mantiene su tradicional alarido, más un grito de desesperación que un gesto pendenciero, y Edge crea un escenario musical donde la energía pasional y primigenia del Hardcore se viste de monolíticos riffs, ritmos lentos y asfixiantes, climas hipnóticos y una musicalidad elevada que rescata tanto las enseñanzas de los anteriores grupos del cantante como un marcado gusto por el Sludge y el cuidadoso trabajo dinámico de Neurosis, por poner un ejemplo. Por momentos es inevitable pensar en una versión más densa, austera y aplastante de los últimos trabajos de 108, en otros el espíritu torturado de The Judas Factor dice presente, y luego pueden resonar ecos de exponentes noventosos de una forma similar de entender el Hardcore (pesada sin apelar necesariamente a los elementos típicos del Metal, elaborada y angular sin caer nunca en el caos del Mathcore o el Noisecore, desgarrada y emocional sin llegar al Emo o el Post-Hardcore) como Bloodlet o Crawlpappy pero envueltos en una empantanada densidad de tono claramente Sludge, y todo eso no es más que un marco de referencia para aproximarnos a la fuerte personalidad que exhiben estas cuatro canciones. En fin, por ahora es sólo un entremés que basta para dejarme cebado y con ganas de más. Esperemos que no falte mucho para un larga duración.

Review: The Rodeo Idiot Engine "Fools will crush the crown" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-The Rodeo Idiot Engine “Fools will crush the crown” (2011)
¿Pensaban que en el País Vasco sólo había lugar para Punk-Rock combativo y de dudoso buen gusto musical? Error. Claro, años antes tuvimos grandes bandas como Lisabö y Dut, que probaban que en la región se cocinaba un Post-Hardcore muy personal e interesante pero ahora estamos en presencia de una nueva generación decidida a dar un paso más. Con decirles que The Rodeo Idiot Engine define su propio sonido como Blackened Mathcore y cita como influencias a bandas como Shora, Converge, The Chariot o The Dillinger Escape Plan, ya pueden hacerse una buena idea de cómo viene la mano. Sí, viene caótica, extrema, intrincada, intensa y frenética. “Fools will crush the crown” es su larga duración debut (precedido por el ep “The first fall”, editado en 2010), y en él encontramos once canciones que siguen al pie de la letra los dictados del Mathcore más energético y vibrante, con sus estructuras laberínticas, sus guitarras alocadas y furiosas, sus rítmicas irregulares e histéricas, sus riffs y arreglos disonantes y angulares, sus alaridos desgarrados y toda esa impronta de nerdismo enervado, retorcido y emocionalmente desgarrado. Ok, no se puede decir que sean tremendamente originales ni nada por el estilo pero la potencia y la inventiva con la que se entregan a su faena pone esas cuestiones en segundo plano. Es que el fuerte del quinteto, y del género en general, es lograr un buen balance entre energía física y visceral, febril inteligencia compositiva y precisión instrumental quirúrgica. En ese sentido, estos muchachos dan en el clavo sin problemas, con una labor excepcional de las guitarras, una base rítmica tan sólida como versátil y canciones certeras que se sienten como fuertes patadas en la boca del estómago. Es sólo Mathcore pero me gusta.

14 de julio de 2011

Review: Soul Control "Get out now" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Soul Control “Get out now” (2011)
Como para no olvidarnos de por qué el nombre de Soul Control resuena como una de las propuestas más excitantes del Hardcore actual, aquí llega este flamante ep de cinco temas pletóricos de fuego, imaginación y refrescante energía. Ok, ya desde el nombre (tomado de un disco inédito de los neoyorquinos Into Another), este cuarteto oriundo de Providence delata cierto gusto por el Post-Hardcore pero no tiene caso meternos en problemas de definiciones o rótulos. Que la guitarra juegue con disonancias afines al Noise-Rock, melodías emotivas y riffs que trascienden el manual de los tres acordes no significa que la pasión explosiva del Hardcore no esté presente aquí en su forma más intensa. Que la base rítmica se explaye en un salvaje groove Rockero y maneje inteligentes nociones dinámicas no le resta poderío a las canciones. Que las voces agiten desde lo más profundo de las entrañas y la energía general de la placa se sienta como un martillazo en el pecho no significa que esto sea material desprovisto de ideas o musicalidad. Sí, podríamos trazar puentes entre diferentes concepciones del Hardcore, mencionar referencias oscuras o inclusive notar cierto curioso parecido con nuestros locales Reconcile pero nada de eso serviría para comprender esta energía que estimula tanto el cuerpo como la mente y el alma. Y es que en ese balance perfecto entre potencia física, emoción visceral y elevado vuelo creativo reside gran parte del particular encanto de Soul Control. Mi único problema es que sólo trece minutos y monedas me dejan con ganas de más y me obligan a poner esta maravilla en constante repeat.

Review: Chest Pain "Chest pain" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Chest Pain “Chest pain” (2011)
Diez temas en menos de ocho minutos. ¿Acaso les tengo quehacer un diagrama? Esto es material rápido, crudo, violento y sin más pretensiones que romper algunos dientes. Cuatro cavernícolas oriundos de Austin con una irrefrenable pasión por el Powerviolence de bandas como Infest, No Comment o Lack Of Interest. Una guitarra que acopla mucho y estalla en riffs cuadrados pero que se sienten como mazazos en la entrepierna, una base rítmica primitiva pero llena de energía y ese entusiasmo inagotable que uno no sabe si proviene de la juventud o del mero odio por la raza humana, un cantante que grita y gruñe como poseído, absolutamente despreocupado de cualquier otra cosa que no sea expresar su bronca con las tripas. Sí, esto viene por el lado más Hardcore/Punk del Powerviolence, aquel donde aún se perciben los lazos con viejos próceres bostonianos de la velocidad como Siege, Negative FX o Deep Wound, inclusive con lugar para un par de rebajes más afines al Punk-Rock que al Sludge. En fin, el poder de síntesis y la energía salvaje de esta gente me exime de mayor análisis. Si este tipo de bombas musicales les generan indisimulables erecciones, pueden visitar www.grindcorekaraoke.com y descargar este dolor de pecho en forma absolutamente gratuita.

13 de julio de 2011

Review: Fire! With Jim O’Rourke "Unreleased?" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Fire! With Jim O’Rourke “Unreleased?” (2011)
Fire! es un trío sueco conformado por Andreas Werliin (batería y percusión), Johan Berthling (bajo) y el inquieto Mats Gustafsson (saxofón, Fender Rhodes y electrónica), todos ellos nombres destacados en el terreno de la experimentación más vanguardista y libre de formas. En 2009 editaron un magnífico álbum debut (“You liked me five minutes ago”) y ahora vuelven para seguir plantando semillas de inquietud en nuestras mentes con su deforme música, esta vez con la ayuda de otro prócer de la vanguardia, el multifacético (su paso por bandas como Gastr Del Sol, Sonic Youth, Loose Fur, Brise-Glace o Yona-Kit, sus infinitas colaboraciones con artistas que van de Wilco a K.K. Null y su ecléctica y prolífica carrera solista son motivos suficientes para calzarle dicho adjetivo) Jim O’Rourke. Hasta ahí las presentaciones de rigor, lo que sigue es un viaje musical tan denso como atrapante, dividido en cuatro piezas absolutamente sorprendentes, donde los músicos improvisan con una soltura y una amplitud de miras apabullante, al tiempo que se las arreglan para dar a luz resultados concretos y de una inusitada solidez. Podríamos hablar de Free-Jazz en sus formas más retorcidas y hostiles, podríamos mencionar esos climas de hipnótica oscuridad con cierto aire a Kraut-Rock ennegrecido y perverso, podríamos trazar ciertos paralelos con el Einstürzende Neubauten más refinado, podríamos destacar la cuidadosa, casi telepática, interacción entre cada uno de los instrumentos y las envolventes murallas sónicas que estos generan. Podríamos maravillarnos con el tenso pulso rítmico que Werliin y Berthling sostienen sin fisuras, por el dinamismo con el que los golpes de la batería invitan a sinuosas danzas y la profundidad grave y robusta de las líneas del bajo. Podríamos, simplemente, quedar boquiabiertos por el infinito despliegue de inventiva que Gustafsson y O’Rourke (que ya habían colaborado en proyectos musicales previos) exponen a cada segundo, por la vasta gama de recursos con las que adornan estos punzantes recorridos musicales, por la intensidad que transmiten en los pasajes más álgidos y la impresionante habilidad con la que generan los más densos, perturbadores e inverosímiles paisajes sonoros y armónicos. Podría hacer todo eso y más pero lo único que cuenta es cerrar los ojos, poner play y dejarse llevar por este flujo maravilloso de pura música en constante ebullición.

Review: Winter Dust "Existence" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Winter Dust “Existence” (2011)
“Existence” es un ep de cuatro temas que sirve como adelanto de lo que será un próximo larga duración a cargo de este quinteto italiano conocido como Winter Dust. En este caso, casi se puede decir que es una suerte que hayan dejado pasar tanto tiempo desde el anterior “Our dresses on the floor” (editado en 2006, aunque en 2009 tuvimos otro ep, “Colours of the post-storm”), dada que las mejoras en los aspectos compositivos, interpretativos y sonoros son notables en estas nuevas canciones. El estilo de Winter Dust podría ser descrito como una cruza de Emo, Hardcore, Metal, Post-Rock y rebusques casi Progresivos, con gran participación de pianos y teclados que le dan un particular toque barroco a las composiciones y un tono siempre melancólico y desgarrado. Si imaginan una versión pomposa y épica de Thursday, no estarán tan mal rumbeados. De todas formas, más allá de influencias (que todo el mundo las tiene), lo cierto es que el resultado final aquí expuesto es bastante personal. Las canciones manejan estructuras más bien enroscadas pero sin perder de vista el gancho, la melodía siempre está presente al igual que esa energía más bien visceral, las guitarras y los teclados conforman un interesante entramado de armonías casi siempre en movimiento, la base rítmica sostiene todo con solidez y gran fluidez dinámica, y el sonido permite apreciar con claridad cada mínimo detalle aún en los momentos más intrincados y sobrecargados del disco. En fin, habrá que esperar al mencionado larga duración para dar un veredicto atinado pero, por ahora, este entremés es bastante auspicioso.

12 de julio de 2011

Review: Earth Crisis "Neutralize the threat" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Earth Crisis “Neutralize the threat” (2011)
Es entendible pero, al mismo tiempo, injusto que al hablar de Earth Crisis, por lo general la discusión se centre en sus posturas ideológicas (por llamarlas de algún modo) antes que en su música. Y es que (aún admitiendo sus buenas intenciones) esa visión ultra-militante del Straight Edge, eso de andar declarando guerras y postularse como “apóstoles del orden que debería ser” a veces hace (y no sin cierta razón) que la banda no sea tomada del todo en serio. Y es una pena, porque, más allá de clásicos inoxidables del Metalcore de los noventas (como “Destroy the machines” o el impresionante “Gomorrah's season ends”), los liderados por Karl Buechner demuestran que todavía tienen energía e ideas para tirar al techo. Luego de aquel gran regreso que fuera “To the death” (editado en 2009), el quinteto nos trae una nueva patada en las encías en la forma de este portentoso “Neutralize the threat”. Por supuesto, no esperen sorpresas o abruptos cambios estilísticos, esto sigue siendo ese Hardcore metalizado y contundente de siempre, con esos riffs bien marcados y machacantes, ese groove violento y aplastante, esos climas bordeando lo apocalíptico, esos alaridos llenos de odio y hasta esos ocasionales arreglos cargados de disonante tensión. El punto aquí es comprobar como el grupo se las arregla para sonar relevante y excitante sin necesidad de variar su propuesta, con un sonido excepcional, interpretaciones ajustadísimas y un trabajo compositivo certero y afilado, que elude la tosquedad en la que muchas veces suele caer este tipo de música a fuerza de buenas ideas (mención especial para las guitarras) y una intensidad rabiosa y ardiente. Entrando en detalles más específicos, se podría decir que “Neutralize the threat” es algo así como una cruza entre la opresiva densidad del mencionado “Gomorrah's season ends” y el groove metálico de “Breed the killers” (1998), todo envuelto en un sonido bien actual y afianzado por una solidez instrumental envidiable. En fin, los detractores seguirán siéndolo y los seguidores tendrán aquí otra excelente excusa para moshear contra las paredes y odiar a la humanidad. Los que quedamos en el medio podemos, de todas formas, disfrutar de esta media hora de pura dicha Hardcore-metalera en su expresión más elevada.

Review: Counterblast "Nothingness" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Counterblast “Nothingness” (2011)
El nombre Counterblast le calza como anillo al dedo a estos suecos. No sólo porque hagan música lenta, sino porque la comenzaron a hacer luego de años de moverse a una velocidad opuesta (sus integrantes formaban parte de G-Anx, pioneros del Grindcore de esas nórdicas tierras), casi como siguiendo la estela de Justin Broadrick al abandonar Napalm Death y abocarse al denso mazazo de Godflesh o la de Neurosis al pasar del crudo Hardcore/Crust al estilo que los caracteriza. Por supuesto, las menciones no son gratuitas, en especial la del combo liderado por Steve Von Till y Scott Kelly, una influencia insoslayable dentro del sonido de Counterblast. Ojo, antes de que empiecen a bostezar imaginando otro aburrido despliegue de Post-Metal genérico, tengan en cuenta que hablamos aquí de un grupo que lleva casi veinte años de carrera (aunque con alguna que otra pausa importante en el medio), con lo que no se los puede tildar de meros arrivistas y, ciertamente, demuestran un profundo conocimiento del terreno en el que se mueven. Digamos que el sonido del quinteto evita notablemente los flirteos con el Post-Rock y se planta del lado Neurosiesco que va entre “Souls at zero” y “Through silver in blood”, es decir el más corrosivo, gris y apocalíptico. Por otro lado, y como buenos alumnos, han estudiado también las enseñanzas de Amebix, lo cual les confiere una cierta crudeza nada despreciable. De todas formas, tampoco se trata de una mera copia del viejo Neurosis adornado con un sonido mugriento y Crusty. Cuando menos lo esperamos, aparecen guitarras acústicas, teclados y arreglos corales de tono entre espacial (se nota que también comparten un gusto por Hawkwind) y Progresivo que aportan algo de aire para respirar dentro de tan espesa y envolvente faena. Por supuesto, después tenemos esos riffs monolíticos, esos ritmos entre dumbetas y tribales, esos gruñidos de bestia herida que se entrecruzan como buscando elevarse hasta sacudir al sol, esos samples que rellenan cada mínimo espacio sonoro, esas subidas y bajadas de intensidad, y toda esa impronta entre oscura, emocional, lisérgica y profundamente espiritual tomada directamente de ya saben qué banda. No es una oda a la originalidad este “Nothingness” pero, en una época de clones sin alma, un disco Neurosiesco hecho con energía, ideas propias y algo de ese inmortal fuego interno no es una oferta como para andar despreciando.

11 de julio de 2011

Review: Bastards "An end in and of itself" (2011)

 Por Fernando Suarez.

-Bastards “An end in and of itself” (2011)
El tema “Bong rips” abre este álbum debut de Bastards con veintitrés segundos de caos violento que, extrañamente, no necesita levantar velocidad para transmitir dicha sensación. Luego llegarán los blast-beats pero, aún así, estos veinte temas apiñados en poco más de veinticuatro minutos nos deparan un agitado y sorprendente viaje del más original Grindcore que haya escuchado en los últimos tiempos. A diferencia de tantos otros destacados exponentes que el sello Grindcore Karaoke nos ha presentado desde su incepción, a comienzos del corriente año, la propuesta de este quinteto no viene por el lado del Cybergrind o el Powerviolence y, ciertamente, no se basa en el costado más humorístico o putrefacto del Grind. Imaginen, más bien, algo así como tomar la afilada precisión y el corazón Hardcore de Nasum y pasarlos por un filtro de demencia nerd a la Discordance Axis y cierta oscuridad emocional a la Pig Destroyer. Aún así, se trata de una descripción aproximada, les puedo asegurar que el resultado final exuda personalidad propia por los cuatro costados. Veamos, tenemos una base rítmica ajustadísima, que golpea con toda la rabia del mundo pero se permite jugar con numerosas variantes rítmicas, manejando un inteligentísimo sentido de la dinámica y la tensión no muy común en el género. Luego, tenemos un vocalista que se hace eco de dicha versatilidad y expresa sus más sórdidas elucubraciones a través de una vasta gama de gruñidos y alaridos, logrando contagiar esa descarga de agresión con una intensidad apabullante. Como broche de oro, y guiando los sinuosos recorridos de las composiciones, tenemos unas guitarras que pintan negras estructuras distorsionadas plagadas de detalles interesantísimos, exhibiendo una imaginación superlativa y jugando con disonancias, texturas, melodías (sí, leyeron bien), contrapuntos, riffs intrincados, otros de sabor más Hardcore, algunas letanías de tono Sludge, extravagantes arreglos rítmicos y armónicos, y todo ello sin perder nunca de vista el tenso hilo de extrema virulencia que caracteriza al mejor Grindcore. Y es que, en ningún momento, la cosa suena a pastiche incoherente o mero divertimento juvenil. Por el contrario, la contundencia, la intensidad y la solidez que expone esta gente es inédita para un grupo tan joven y, especialmente, para un debut discográfico. El mejor disco de Grindcore en lo que va del año.