28 de septiembre de 2009

Reviews

Por Fernando Suarez.


-Shipping News “Flies the fields” (2005)
Slint. Rodan. June Of 44. The For Carnation. Bandas que, durante gran parte de la década pasada, ayudaron a definir la escena Indie-Math-Rockera de Chicago, combinando una sensibilidad sombría y melancólica con un trabajo de guitarras sumamente creativo y un sentido de la dinámica superlativo. Shipping News es un proyecto que nace en 1996, cuando Jason Noble y Jeff Mueller (en ese momento ambos todavía eran miembros de Rodan y el segundo también se contaba en las filas de June Of 44) colaboran en la musicalización del programa de radio “This american life”. A ellos se suman el baterista Kyle Crabtree y el bajista Todd Cook, este último proveniente de Slint y The For Carnation. Como verán, todo queda en familia. Esto también es aplicable al sonido de Shipping News (el nombre está tomado de una novela de Edna Annie Proulx), casi un resumen perfecto de las propuestas de los grupos mencionados. En su mayor parte, las composiciones de “Flies the fields” se mueven a un paso cadencioso, construyendo tensos climas con guitarras que se entrecruzan en enroscados contrapuntos sin distorsión, adornados por melodías suaves pero siempre angustiadas y estallando, finalmente, entre riffs contracturados, ritmos angulares y frágiles gargantas quebrándose. Los tipos pasan sin mayores problemas del minimalismo más hipnótico (aquí también se puede trazar un paralelo con otra luminaria de Chicago, los Shellac del gran Steve Albini) a las orquestaciones rockeras más intrincadas, de la melancolía más soñadora y reflexiva a la violencia más desencajada, de los paisajes abstractos en blanco y negro a la expresión visceral y urgente. La palabra clave es equilibrio. Ya sea entre sus inquietudes experimentales (insisto con la labor de las seis cuerdas, una prueba más de que nunca está todo dicho en materia de Rock guitarrero) y el profundo respeto por las canciones o entre la sobria intelectualidad que manejan a la hora de plantear estructuras y arreglos, y la emotividad cruda y a flor de piel con la que interpretan sus composiciones. Puede parecer una locura pero tanto el tratamiento de la dinámica y la tensión, como la profundidad alucinógena de la música, su intensidad y hasta esa cualidad para transformar el horror en belleza, me remiten inevitablemente a los mejores momentos de Neurosis, aún cuando en lo formal no tengan demasiados puntos en común. Y es que el fuego interno no sabe de géneros musicales.


-Brain Banger “Yellow belly” (2007)
Si Young Widows (aquella banda surgida de las cenizas de los Mathcoreros Breather Resist) son de lo más parecido a una versión actual de The Jesus Lizard que puedan encontrar dando vuelta hoy en día, Brain Banger (el proyecto liderado por su bajista Nick Thieneman) bien podría ser la reinterpretación actual del Fugazi más abrasivo. La voz del mismo Thieneman tiene una notable similitud con la de Ian MacKaye y transmite esa misma sensación de que le están por estallar las venas del cuello a cada momento. Hasta la guitarra de Patrick Hume parece concentrarse en el sonido más grave de los Washingtonianos, reduciendo al mínimo las estridencias agudas y dibujando riffs donde el nerdismo angular y la crudeza Punky van de la mano sin problemas. Por supuesto, si sólo fueran un clon de Fugazi yo ya sería feliz, pero el trío (que se completa con Jeremy McMonigle tras los parches) no se conforma con eso. La impronta Noise-Rockera también dice presente y, así, tenemos un bajo gordo y podrido, un sonido de batería Stevealbinesco (ya saben, ese sonido natural, gordo y que da la impresión de que estuvieran tocando al lado tuyo) y hasta ciertos guiños a bandas como Shellac (ese groove flotante y mareador), Helmet, Unsane (en especial en los riffs más pesados) y los mencionados The Jesus Lizard. Inclusive, más allá de que todos los modismos y las estructuras básicas de las composiciones apuntan al espectro Fugazi, el sentimiento general del disco guarda más relación con la psicosis violenta del Noise-Rock que con la emotividad nerd del Post-Hardcore. Me imagino que ni hace falta que haga ninguna mención a la vuelta de los noventas en el panorama rockero, ¿no? En fin, tenemos doce canciones en media hora, todas con la energía al tope, sudorosas e imaginativas, con el toque justo de melodía y las camisas a cuadros bien puestas. En fin, si cualquiera de las referencias mencionadas es de su agrado, Brain Banger ofrece una recreación fiel, personal, intensa y hecha con profundo conocimiento de causa.


-Disembodied “Psalms of Sheol” (2009)
Más noventas para este boletín. En este caso no hablamos estrictamente de revival, si no más bien de rescatar a una de las bandas más personales del Hardcore de aquellos años. Bueno, eso de Hardcore hay que entenderlo con altísimas cuotas de Metal. Inclusive pueden llamarlo Metalcore, pero de ninguna manera piensen en riffs de At The Gates regurgitados ni breakdowns Slayerosos sin onda, en todo caso el sonido de este quinteto (denso, gordo y oscuro) tiene más que ver con bandas como Earth Crisis, Unbroken, Undertow, Zao o los momentos más lentos de Integrity. Disembodied existió entre 1995 y 1999, editó un único larga duración (el aplastante “Heretic”), varios ep’s y splits y se autoproclamaron como la banda más pesada del Hardcore. “Psalms of Sheol” reúne rarezas, temas inéditos y material descatalogado y demuestra que la afirmación anterior no es tan exagerada como podría parecer. En primer lugar, el ritmo de sus canciones es siempre lento o a medio tiempo, acompañado por ominosos riffs donde, más allá de la impronta Hardcore-Metalera típica de aquellos años, se detectan las influencias de otros como Helmet (ese groove seco y macizo), Obituary (embarradas secuencias de pocos acordes estratégicamente pensados para generar atmósferas macabras) y Sepultura (aquí notamos lo importante que fue para el Metal el tratamiento de las disonancias realizado por Andreas Kisser a partir de “Chaos A.D.”). Si hasta la versión del clásico “Creeping death” de Metallica Inc. que cierra el disco, en lugar de regodearse en los típicos clichés Thrasheros, es reinterpretada con una densidad épica y abrumadora. Lo interesante es que, a pesar de los años transcurridos, la música de Disembodied no suena obsoleta ni gastada. De hecho, suena más fresca, intensa y actual que cualquier cosa que bandas como Killswitch Engage o Shadows Fall hayan hecho en lo que va de la presente década. Por lo demás, aquí tenemos trece sólidas composiciones aptas tanto para el mosh más desenfrenado como para las invocaciones satánicas más malignas. Si en su momento los dejaron pasar, he aquí una excelente oportunidad para ponerse al día con una de esas bandas que hacen que el término Metalcore no sea sinónimo de falta de ideas ni propuestas vergonzosas.


-Doomriders “Darkness come alive” (2009)
Siendo completamente honesto, debo decir que “Black thunder”, el debut discográfico de Doomriders no me llamó demasiado la atención. No es que su reinterpretación en clave de rabioso Hardcore-Crust del Hard-Rock épico de Thin Lizzy no fuera personal, pero se olía un tufillo a chistecito superado y hasta cierta superficialidad que no se condecía con los pergaminos que ostentaban sus integrantes. Y es que, al tratarse de gente que reparte (o repartía, según cada caso) su tiempo en bandas como Converge, Old Man Gloom, Cast Iron Hike o Disappearer, uno espera algo más que guiños irónicos y pasatismo rockandrollero. Bueno, ya desde el arte de tapa (sombrío y oscuro en contraposición al colorido fluorescente del primer disco) se nota un cambio de actitud en Doomriders. La propuesta musical sigue siendo, básicamente, la misma pero la diferencia es que esta vez el cuarteto (con la incorporación de JR Conners, baterista de Cave In reemplazando a Chris Bevilacqua) puso al frente su costado Crusty sin por ello perder la soltura Rockera, lo cual da un resultado mucho más personal e intenso. Se nota que aquel split que compartieron con Coliseum, donde ambas bandas homenajeaban a Danzig, dejó sus huellas. Por un lado, el sonido rasposo y grave de las guitarras y esos riffs oscuros y mugrientos guardan bastante relación con lo expuesto por Coliseum en su genial “No salvation”. Por el otro, un tema como “Come alive” es casi una puesta al día (o sea, con un sonido más embarrado y una cuota extra de virulencia) de lo hecho por el musculoso Glenn Danzig y los suyos a principios de los noventas. A todo esto, súmenle un incremento de influencias Sludge (que hace que, por momentos, suenen como una versión Punk de Mastodon) y la cosa se pone realmente interesante. Por supuesto, no faltan tampoco los punteos melódicos Thinlizzeros, los solos pijudos, el groove contagioso ni los estribillos gancheros, es sólo que ahora toda esa impronta Hard-Rockera se encuentra incorporada de manera más honesta y profunda. En fin, los bostonianos se pusieron las pilas, enfocaron su energía sin perder frescura, pulieron su personalidad hasta alcanzar su propia identidad (antes que una personalidad definida sólo por sus influencias) y, de paso se despacharon con uno de los discos más atractivos de lo que va del año. No se lo pierdan.

-Fuck Buttons “Tarot sport” (2009)
Soles estallando en cámara lenta, lanzando esquirlas multicolores de geometrías imposibles. Nubes desdoblándose sobre sí mismas, infladas de lava cósmica. Eternos caleidoscopios se posan sobre nuestros ojos y los anulan. Pesadas líneas de fuego descienden desde un firmamento gris dibujando señales para otros mundos. Un universo de estática coloreado por las más tristes melodías. Ritmos engañosos y malditos que nos invitan a bailar sabiendo muy bien que nuestras quebradas almas jamás permitirían semejante cosa. Silbidos de neón, un taladro que acaricia los oídos. Flores quebrando el pavimento mojado. El noctambulismo y los pasos perdidos. Cascadas sonoras que ondulan, se tocan casi como apareándose y exudan una sensualidad de costillas quebradas y pieles amarillentas. Sonidos ideados para rellenar el más profundo vacío cósmico. Arquitecturas musicales para explicar el universo. Un fuego helado disfrazado de azar. Beats que exploran las grietas de planetas desconocidos. Un intento de banda sonora para los más afiebrados sueños de Carl Sagan. Una fantasía que se desdibuja y descubre, debajo de su máscara derretida, la más aguda y desesperante cotidaneidad. Húmedos túneles de concreto que no llevan a ningún lado y lo hacen a toda velocidad. Visiones aéreas de un mundo glacial. Fracturas en el aire, gotas de nada inundando las calles. Una sinfonía espacial construida sobre circuitos en fricción. Pulsos alucinógenos y ácidas armonías. Prismas inquietos y maliciosos. Un trance de ojos ardiendo y mejillas saladas. Recuerdos fuera de foco, una pila de fotografías borroneadas juntando polvo en los rincones olvidados de la mente. La dicha de sentir este dolor, de sentir algo. De cerrar los ojos y viajar lejos (muy lejos) o de encontrarse cara a cara con uno mismo y sus más sórdidos fantasmas. Las falacias de la tradición y las buenas costumbres caen inevitablemente y podemos sonreír (aún con el rostro dolorido por el llanto) ante esa liberación.


-Lewd Acts “Black eye blues” (2009)
Killing Joke. Rudimentary Peni. Black Flag. Neurosis. His Hero Is Gone. Bandas que, más allá de contar con propuestas bien definidas y personales, poseen un cierto hilo conductor en común, una aproximación a los recovecos más oscuros de la mente humana a partir de una crudeza Punk/Hardcore que, no obstante, nunca los limita musicalmente. Ese espíritu a la vez pasional, quebrado, sombrío y alejado de convenciones vacías inunda este debut para el sello Deathwish Inc. de Lewd Acts. Ojo, si bien la influencia de los grupos mencionados se cuela aquí y allá (siendo, tal vez, la de Black Flag la más notoria), de ninguna manera estamos hablando de copia. Lewd Acts no hace Crust ni Post-Punk ni Sludge ni Post-Metal y está lejos de inscribirse en alguna de las combinaciones de dichos géneros que tanto abundan hoy en día. Las raíces de estos californianos están bien plantadas en el más crudo Hardcore, el de los ritmos rabiosos, los riffs simples y poderosos, las voces cascadas y la sangre en constante ebullición. La diferencia es que, en las antípodas de la tradición más ortodoxa del género, el cuarteto no basa su propuesta en el constante apuntar de un dedo acusador si no que se repliegan sobre sí mismos, hurgando en sus fantasmas personales más jodidos y exorcizándolos en explosivos rituales de pura adrenalina. Musicalmente hablando, suenan variados sin perder nunca su sello distintivo. Hay ritmos acelerados, otros bien lentos e hipnóticos, machaques que rozan el Thrash, guiños al Grunge más pesado y Sabbathero, abundancia de tonos menores (algunos acordes suenan casi a Black Metal), algo de groove a la Helmet, cortes abruptos al borde de la esquizofrenia total, disonancias entre el Post-Hardcore y el Noise-Rock, pasajes de tensión tribal y estallidos de puro salvajismo Punk. El punto es que todos esos elementos están teñidos de un espeso negro, de una angustiante oscuridad expresada de forma urgente y descarnada. La voz de Tyler puede resultar limitada en su constante carraspera (variando apenas entre los gritos desgarrados y alguna que otra parte hablada) pero sus apabullantes letras y la convicción al rojo vivo con la que las escupe suplen cualquier tipo de preciosismo técnico. La guitarra de Alex se lleva las palmas con riffs simples pero siempre imaginativos y expresivos, logrando pintar las atmósferas más sórdidas con unos pocos acordes y sin miedo de ahondar en texturas y disonancias alejadas del correcto manual Hardcore. La base rítmica (Jake en el bajo y Cory tras los parches) sostiene todo ese despliegue con una fuerza y una precisión inhumanas, al tiempo que aporta la versatilidad y dinámicas necesarias para no resultar aburridos. “Black eye blues” ofrece once canciones en poco menos de media hora donde no sobra ni falta nada. Once himnos de pura intensidad, con las venas a punto de estallar, una sensibilidad dañada y una creatividad que no hace más que confirmar el excelente momento por el que pasa el Hardcore actual.


-Melvins “Chicken switch” (2009)
¿Un disco de remixes de Melvins? ¿Acaso una pandilla de Dj’s sin alma transformó los inmortales himnos de enfermedad de King Buzzo y compañía en meras excusas para la pista de baile? Vamos, hablamos de los Melvins, una de las bandas más creativas de las últimas décadas, el lugar común no es precisamente lo que uno debería esperar de ellos. “Chicken switch” está compuesto por quince remixes, sí, pero aquí el grupo entregó a los artistas encargados de tal tarea un disco entero sobre el cual trabajar. Por otro lado, si entre los involucrados encontramos a gente como Yamatsuka Eye (líder de Boredoms y cantante de Naked City, entre tantos otros proyectos), Merzbow o Lee Ranaldo (el gurú del ruido guitarrístico de Sonic Youth), queda definitivamente claro que el espíritu revulsivo y demente de Melvins será honrado como corresponde. Bien vale aclarar que si discos como “Prick”, “Stag” o “The crybaby” les resultan demasiado deformes y prefieren el nervio rockero de otros como “Houdini”, “Stoner Witch” o el reciente “Nude with boots”, entonces este “Chicken switch” les resultará un bocado de difícil ingestión. Los fanáticos más recalcitrantes podrán jugar a reconocer qué álbum versionó cada artista, aunque desde ya que no se trata de una tarea fácil. Aquí hay de todo. Desde el caos saturado de ruidos electrónicos de Yamatsuka Eye, hasta la calma ambiental propuesta por Sunroof! (proyecto liderado por Matthew Bower de Skullflower), pasando por el lisérgico coro de voces fantasmales de David Scott Stone y esa especie de Drone efervescente (suena contradictorio pero les aseguro que funciona a la perfección) craneado por John Duncan. Algunos optaron por rehacer los discos en forma de collage, generando así una nueva composición, pero aún en ese procedimiento encontramos resultados variados. Lee Ranaldo junta distintas partes de “Eggnog” en un esquizofrénico Noise-Rock, The Panacea transforma “Stoner Witch” en una violenta marcha electrónica que no hubiera desentonado en los trabajos más retorcidos de Front 242, Farmers Manual construye un intrincado collage sonoro en base a vaya uno a saber qué disco y Void Manes sumerge a “Houdini” en un sórdido ritual cargado de misteriosa tensión. Por supuesto, aquí predominan el Noise (chequeen las erupciones de Merzbow, Speedranch y el cabecilla de Acid Mothers Temple, Kawabata Makoto) y las visiones menos convencionales de la Música Electrónica (ahí podríamos poner a Christoph Heemann, Matmos y RLW) pero todo eso está aplicado al personal universo trastornado de los Melvins. En definitiva, otra de esas joyas impredecibles que hacen que estos tipos se mantengan intocables en su pedestal.

-Black Boned Angel “Verdun” (2009)
Si yo les digo que este disco recrea musicalmente aquella batalla de Verdun donde los ejércitos franceses y alemanes se enfrentaron durante casi dos meses en 1916 y que dejó como resultado un cuarto de millón de muertos y alrededor de medio millón de heridos entre ambos bandos, ganándose así el dudoso privilegio de ser la batalla más larga (y una de las más sangrientas) de la primera guerra mundial, lo más lógico es esperar un tipo de música bastante épica, rozando lo sinfónico. ¿Power Metal, tal vez? ¿Algo Progresivo, por qué no? ¿Doom con orquestaciones góticas? Nada de eso, el curriculum de estos neocelandeses nos muestra seis años y un montón de discos dedicados al altar de los graves más resonantes, las atmósferas más opresivas (no por nada tomaron su nombre de un tema de Godflesh) y los ritmos más moribundos que se puedan imaginar. Sí, Drone de pura cepa, con la guitarra debatiéndose entre hipnóticos zumbidos, gruesas capas de feedback y riffs que tardan eones en hacer cada movimiento, con una batería que comprende la importancia del silencio y sólo golpea (con la fuerza de un terremoto, eso sí) en escogidos momentos de la composición, con un bajo subterráneo que hace temblar estómagos y con la necesaria cuota de samples aportando siniestros matices a esta pintura en blanco y negro. Logran sonar épicos y grandilocuentes sin moverse de su tradicional minimalismo, fluctuando entre extenuantes subidas y bajadas de intensidad que relatan perfectamente los lamentos del campo de batalla. El álbum comienza de a poco, retratando la tensión previa al choque con una exactitud que hiela la sangre. Muy gradualmente, esa tensión se va incrementando hasta desatarse y envolvernos por completo. En los momentos más álgidos podrán sentir la sangre salpicándoles el rostro, los cañones retumbando en sus oídos, los desgarrados alaridos de dolor y un violento vértigo en cámara lenta. El viaje termina bruscamente y nos deja con la amarga sensación de haber sido protagonistas (antes que testigos) de algo horrible. Por supuesto, los entendidos del tema encontrarán algún que otro punto de contacto con Sunn 0))) (hasta usan las reglamentarias túnicas negras), pero la personalidad de Black Boned Angel se encuentra a salvo en una mirada no tan abstracta ni volátil (por ende, menos arriesgada también) del género. En fin, no es el viaje más agradable pero no se supone que lo sea y está entregado con tal intensidad y sentido de la dinámica que le podemos perdonar no ser los más originales del mundo.


-Nadja “Under the Jaguar sun” (2009)
Nuestros amigos (después de una entrevista ya se los puede considerar amigos, ¿no?) de Nadja no se andan con chiquitas. De hecho, era de esperar que, en algún momento entre discos nuevos, discos de covers, compilados, discos de reinterpretaciones de temas viejos, colaboraciones, splits, dvd’s y vaya uno a saber qué más, se despacharan con un disco doble. No teman, no se trata de uno de esos soporíferos ejercicios de autoindulgencia a la Billy Corgan o Trent Reznor. Siguiendo la tradición Neurosiesca (ver “Times of Grace” y su acompañamiento ambiental “Grace”, realizado por Tribes Of Neurot), el objetivo principal de este “Under the Jaguar sun” es que ambos discos sean escuchados al mismo tiempo. Por supuesto, la idea no es nueva. Aparte de Neurosis, los Post-Metaleros Rosetta utilizaron el mismo formato en su disco debut (“The Galilean satellites”) e inclusive The Flaming Lips llevó esa propuesta a un disco cuádruple con su alucinógeno “Zaireeka” en 1997. “Under the Jaguar Sun” consta, entonces, de dos discos. El primero (subtitulado “Tezcatlipoca (Darkness)”) cuenta con el sonido esperable del dúo. Baterías programadas a un tempo baboso y arrastrado, gruesas capas de guitarras que se superponen generando texturas tan melódicas como abrasivas, graves que retumban en el corazón mismo de la tierra, tenues melodías fantasmales flotando sobre el océano de distorsión y esa constante sensación de dicotomía entre la elevación espiritual y la más aplastante densidad emocional y sonora. El segundo (“Quetzalcoatl (Wind)”), como era de esperar, se concentra en texturas y arreglos absolutamente ambientales, lejanos ecos y reverberancias, ondulantes letanías de puro magma sónico. Lógicamente, este último funciona mejor como complemente del primero que como entidad separada, aunque los climas logran generar una tensión bastante interesante. Inclusive hay lugar para alguna que otra melodía, una movida un tanto arriesgada si tenemos en cuenta que la sincronización a la hora de escuchar dos cd’s al mismo tiempo nunca será perfecta. En cualquier caso, queda claro que, por más atractivas que resulten las partes individuales de este trabajo, su verdadera magnitud se aprecia al unirlas en una única escucha. Allí, la parte Ambient (por llamarla de alguna manera) suma una profundidad abrumadora a la, ya de por sí, sobrecogedora propuesta de los canadienses, moviéndose como una serpiente entre los recovecos que la dinámica de las composiciones ofrece, sin alterar el natural desarrollo de las mismas y hasta proponiendo una gama de arreglos, timbres y sonoridades (podrá ser una comparación facilista, pero más de un pasaje me recordó a la veta ambiental de Ulver) inexploradas aún por el grupo. En fin, todavía me cuesta creer que gente tan prolífica todavía mantenga la reserva de ideas frescas al día pero a las pruebas me remito. Escúchenlo, como corresponde, sin distracciones.


-Nadja/Black Boned Angel “Nadja/Black Boned Angel” (2009)
Ahí arriba tenemos a Black Boned Angel y a Nadja, cada uno por su lado, ¿no sería una picardía dejar pasar esta segunda colaboración (tras el ep “Christ send light” editado el año pasado) entre ambos grupos? Como podrán imaginarse, si juntamos el trueno melódico de Nadja con los opresivos zumbidos de Black Boned Angel, el resultado no es precisamente un alegre y distendido paseo por la campiña. La pausada, casi agónica, evolución de las dos composiciones (promediando los veinticinco minutos cada una) aquí presentadas se acerca a los minimalistas terrenos explorados por los neocelandeses, mientras que las envolventes cascadas de distorsión melodiosa tienen el sello inconfundible de Aidan Baker. Claro, ambos grupos comparten una pasión por los tempos ultra lentos, las paredes de feedback, los graves que rajan la tierra y las atmósferas siniestras, elementos que aquí se ven desarrollados con un profundo conocimiento de causa. Queda claro, también, que esta gente tiene una particular concepción de la música pesada. Una donde transformar las guitarras en turbinas de avión amplificadas a todo volumen es más importante que vomitar un intrincado riff, donde los fantasmas y las visiones más angustiantes son evocados con una frágil melodía o una tenue textura antes que con berridos varios (de hecho, este material es completamente instrumental), donde la muerte misma avanza a un paso tortuoso y fúnebre (dejando profundos huecos en la superficie) antes que cabalgando sobre dobles bombos repiqueteantes. Es necesario despojarse de la idea más tradicional y metálica (en lo formal, sería más apropiado meter a este proyecto en la bolsa del Noise o el Ambient, pero su núcleo mismo es de una pesadez tal que trasciende lo genérico) para disfrutar plenamente de este tipo de discos. Insisto, aquí no se trata de buscar nuevas formar de ensuciar los viejos riffs de Tony Iommi, aquí partimos de paradigmas totalmente diferentes, donde el sonido mismo, encapsulado y comprimido en su expresión más primitiva y luego trabajado con una minuciosidad casi científica, es más importante que la destreza instrumental o las poses rudas. En fin, pueden simplemente llamarlo Drone y todos contentos pero, en cualquier caso, sería una pena que se pierdan un viaje musical tan intenso.

27 de septiembre de 2009

Rhetoric Disguise - X/Y



Fernando nos entrega un nuevo trabajo de Rhetoric Disguise, quizás uno de los mas ambiciosos hasta el momento: un disco doble cuyas dos partes pueden ser escuchadas simultáneamente. En X, el primer disco podrá encontrar intrincadas elaboraciones de drum'n'bass con claras reminiscencias a Xanopticon o Venetian Snares, mientras que en el segundo, Y, podrán encontrar el complemento, un disco que vuela entre el noise abrasivo y el mas perturbador ambient, con claras alusiones a la música industrial. De cualquier manera que el escucha quiera disfrutar este disco doble (ya sea los dos en simultáneo o en diferido), es necesario estar preparado a perder un número considerable de neuronas en el proceso.

Bajate X/Y de Rhetoric Disguise aquí
Download X/Y by Rhetoric Disguise here

21 de septiembre de 2009

Avalanche Master Song de Fechas y Charlas



Bueno, no será Godflesh pero es lo que somos.



Milica toca con Pez en La Plata este Viernes. Así es, Leo está con una ansiedad que lo carcome, no se si llegará a tocar sin antes colapsar mentalmente.

Charla: El rol de la matemática y la física en la música por quien les escribe.
El Viernes 25 de septiembre a las 11:00 hs (si, esto es a la mañana). en el Auditorio Emma Pérez Ferreira, del TANDAR (Centro Atómico Constituyentes – Av.Gral. Paz 1499 – San Martín), a tres cuadras de General Paz y Constituyentes por colectora del lado de provincia.
Si alguien llega a ir, que se anuncie en la guardia de entrada y pida hablar con Manuel Platino (o sea yo) al interno 7861. Es aconsejable llegar mas o menos 1/2 hora antes, porque si no voy a estar en el auditorio y no me van a encontrar en el interno. Al que le interese, las slides de la charla (sin el material multimedia) pueden verse aquí



Gran Cuervo pide revancha, y tendrá revancha, se la den o no.


18 de septiembre de 2009

Entrevista a Neurosis - Steve Von Till


Hace varios años atrás había reflexionado seriamente la posibilidad de escribir sobre música. Pensé que sería placentero poder transmitir las sensaciones al descubrir sonidos, y poder compartir esos instantes con otras personas. Sería un extraño punto de comunión entre desconocidos. Lamentablemente en esos tiempos no se dió y ahora que puedo hacerlo me encuentro ante el problema de que la música transmite muchas veces sentimientos tan profundos y perturbadores que es imposible describirlos mediante palabras, por más que uno lo intente. Y muchas veces la música va mucho más allá que el propio artista y su mensaje no siempre llega o llega distorsionado, modificado según nuestras propias vivencias y condiciones especiales. Es justamente lo mágico y extraño del arte. Pero hay momentos en que podemos encontrarnos frente a frente con el artista y en ese instante se puede hacer mucho más fuerte y cercano ese momento de comunión que pretendía alcanzar cuando anhelaba escribir.

El entrevistado de hoy es Steve Von Till. Lo cual me emociona al ser Neurosis una de las bandas más importantes de los ultimos tiempos. Hacía rato venía buscando esta entrevista sin suerte, sin embargo la espera valió la pena ya que Steve apenás recibió las preguntas nos contestó inmediatamente. Hay varias cosas particulares sobre este reportaje. En otras entrevistas que les han hecho se les pregunta que quieren representar o que significa su música y generalmente los miembros de Neurosis responden que son cosas íntimas o vivencias propias. Sin embargo aquí Steve nos ha abierto una puerta a muchas respuestas muy interesantes. Desde el proceso de composición hacia el producto final, su visión de la música y el arte, su manera de expresarse, toda la entrevista gira alrededor de lo que representa Neurosis, algo que muchos han indagado sin obtener respuesta. Además debo mencionar que Steve escribe muy bien utilizando unas bellas metáforas para ilustrarnos como es Neurosis desde adentro y nos invita a sumergirnos en el corazón mismo de su música. Da gusto ver no solo la manera de expresarse de Steve, sino su fe y su amor por lo que hace. Sin lugar a dudas es una entrevista íntima y reveladora de una de las bandas más significativas de todos los tiempos. Espero que la disfruten.

Neurosis son:
Scott Kelly
Steve Von Till
Dave Edwardson
Noah Landis
Jason Roeder

Josh Graham

Zann: ¿Qué podrías contarnos sobre tus proyectos? Estamos muy interesados en conocer sus planes para el futuro.

Steve: Siempre hay muchas cosas pasando. Ahora mismo estamos plantando las semillas para el nuevo material de Neurosis. Estamos en las etapas tempranas donde las ideas empiezan a asomar a la superficie pero aún no tienen forma. Este es el tiempo cuando las emociones empiezan a hervir hasta que necesitan ser purificadas desde nosotros hacia nuestra música.

Zann: Todos tus proyectos musicales (Neurosis, Tribes Of Neurot, Harvestman, Culper Ring, tus albumes solistas), evocan vívidas imágenes psicodélicas y se las arreglan de alguna manera para fusionar el lenguaje folk tradicional con una mirada de vanguardia. ¿Tenés estas cosas en mente cuando tenes que componer la música?

Steve: Pienso que es solo una manera de ver el mundo. Es la manera en como encuadro mis pensamientos así que es la manera natural en la que encuadro mi arte a su vez. La cultura folk tradicional y los sistemas de creencia estan siempre en mi mente, y habiendo crecido y siendo expuesto a tanta formas alternativas de expresión, y viendo tantos acercamientos al arte, parece que no puede separar esas experiencias y agruparlas individualmente, así que las fusiono a todas dentro de mi propio lenguaje y perspectiva.

Zann: Vas a hacer una aparición especial en el próximo disco de Converge. ¿Conoces su trabajo? ¿Pensas que se pueden relacionar con Neurosis por el hecho de que ellos también empezaron como una banda de Hardcore y después evolucionaron hacia algo mas extraño y único?

Steve: Tocamos con Converge cuando apenas estaban empezando. Ellos tienen una intensidad que respetamos. Realmente me agrada como han crecido y encontrado su propio, extraño y único acercamiento a la música. Me encantó cantar en su disco. La parte en la que canto es bastante distinta a muchas de sus canciones y realmente siento que me dieron una hermosa oportunidad de contribuir con algo. Fue una gran experiencia.

Zann: ¿Cómo es el proceso para firmar un contrato en Neurot Recordings? ¿Cómo funciona? ¿Qué opinas del negocio de la música?

Steve: En realidad no existe ningun proceso. Generalmente hacemos tratos con amigos o con gente que conocemos. Si algo nos inspira, charlamos con ellos y vemos si quieren trabajar junto a nosotros. Así que realmente no hacemos contratos con bandas, solo sacamos los discos que nos gustan. El negocio de la música es extraño y no lo entiendo. El arte y el comercio son inherentemente opuestos el uno al otro. No tiene sentido. Existimos para hacer nuestro arte y para tratar de sobrevivir a un mundo infernal empeñado en destruir cualquier cosa real o humana.

Zann: ¿Podrías contarnos como decidieron expandir el espectro musical de Neurosis desde el Hardcore al Folk, el Post-Rock y el Avant-Garde que son ahora? ¿Qué es lo que los hizo cambiar de rumbo?

Steve: Fue un proceso organico, natural y muy lento. Nosotros solo seguimos a la música hacia donde nos lleva. No decidimos nada concientemente. A medida que nos volvimos más experimentados y a su vez distintas cosas nos inspiraron, entonces las cosas empezaron a tomar una forma diferente. Permanecer igual significaría estancarse y morir. Tratamos de desafiar nuestras propias debilidades para poder crecer.

Zann: Hay algunas palabras (fuego, sol, sangre) que aparecen repetidamente en sus letras. ¿Qué significan esas palabras para vos y porque son tan importantes en el imaginario de Neurosis?

Steve: Todas esas palabras son sinónimos de toda la vida y pueden ser usadas como metáforas para distintas cosas. El mundo natural y nuestra realidad física se prestan bien para crear el respaldo emocional que nuestra música requiere.

Manuel: Vi muchas bandas en vivo pero ninguna se compara con Neurosis. La intensidad y los sentimientos transmitidos son tan avasallantes para la audiencia que la mayor parte del tiempo me pregunto como sería para vos y el resto de los músicos de la banda cuando estan tocando. ¿Podrías contarnos algo sobre esto? (Solo Manuel tuvo suficiente suerte así que esperamos verlos algún día en vivo)

Steve: Nos dimos cuenta hace mucho tiempo de que para ser honestos sobre lo que estabamos haciendo y para honrar la profundidad de nuestra música y lo importante que es para nosotros, siempre intentamos rendirnos al espíritu del sonido y volvernos conductos del mismo casi en un estado de trance. Cuando las condiciones son adecuadas y se da todo, ni siquiera estamos allí. Nos volvemos la música.


Zann: ¿Queres darle algun mensaje a los fans de Neurosis en Argentina?

Steve: Gracias por su apoyo y espero verlos algun día! Cuidense. SVT.

Para más información sobre Neurosis/Tribes Of Neurot: www.neurosis.com

Steve Von Till

Neurosis interview: Steve Von Till

Zann: What can you tell us about your projects? We are very interested in knowing about your plans for the future.

Steve: There is always a lot going on. Right now, we are planting seeds for new Neurosis material. We are in the early stages of that where ideas are beginning to come to surface but have not taken form yet. It is the time when emotions begin to boil until they need to be purged from ourselves into our music.

Zann: All of your musical projects (Neurosis, Tribes Of Neurot, Harvestman, Culper Ring, your solo albums) evoke vivid psychodelic images and manage to, somehow, fuse traditional folk idioms with an avant-garde outlook. Do you have these things in mind when it comes to work on your music?

Steve: I think that is just the way I see the world. It is how I frame my thoughts so it would be natural that it is how I would frame my art as well. Traditional folk culture and belief systems are always on my mind, and having grown up and been exposed to so many alternative forms of expression, and seen so many approaches to art, it seems that I can't really separate those experiences into neat compartments so they all get blended together into my language and my perspective.

Zann: You are going to make a guest appearance on Converge's next album. Are you familiar with their work and do you think they can relate to Neurosis in the sense that they too began as a Hardcore band and then evolved into something more strange and unique?

Steve: We played with Converge when they were first starting out. They have always had an intensity that we respect. I really appreciate how they have grown and found their own strange and unique approach to music. It was great to sing on their album. The piece I sang on was very unlike a lot of their tunes and I felt really gave me a nice opportunity to contribute something. It was a great experience.

Zann: What is the process of getting signed in Neurot Recordings? How does it usually work? What do you think about the music business?

Steve: There really isn't a process. We mostly deal with friends or people we meet. If something inspires us, we talk to them and see if they want to work together. We don't really sign bands, we just put out albums we like. The music business is strange and I don't understand it. Art and commerce are inherently opposed to each other. It makes no sense. We exist to make our art and just try to survive in a world hell bent on destroying anything real or human.

Dave Edwardson

Zann: Can you tell me how did you decide to expand the musical spectrum of Neurosis from hardcore to folk, post-rock and avant-garde, etc. that is today? What made you change directions?

Steve: It has been a very slow, natural, and organic process. We just follow the music where it takes us. We do not consciously decide to do anything. As we become more experienced, and different things inspire us things take a different shape. To stay the same would mean to stagnate and die. We try to challenge our own weaknesses in order to grow.

Zann: There are certain words (fire, sun, blood) that appear repeatedly in your lyrics. What do those words mean to you and why are they so important in Neurosis' imaginary?

Steve: All of those words are synonymous with all life and can be used as metaphors for so many different things. The natural world and our physical reality lends itself well to creating the emotional backdrops our music requires.

Manuel: I´ve seen many bands live, but none compares to Neurosis. The intensity and the feelings transmitted are so overwhelming for the audience that most of the time I wonder how it would be for you and the rest of the musicians in the band when you are playing. Can you tell me something about this? (Only Manuel has enough luck, so we are looking forward to seeing you in a show).

We realized a long time ago that in order to be honest about what we were doing and in order to honor the depth of our music and how important it is to us we always attempt to surrender to the spirit of the sound and become conduits for it in an almost trancelike state. When the conditions are right, and it all comes together, we are not even there, we are somewhere else. We become the music.

Scott Kelly

Zann: Do you want to give a message for Neurosis fans here in Argentina?

Steve: Thank you for your support and hope to see you someday! Take care. SVT

Fore more information on Neurosis/Tribes Of Neurot: www.neurosis.com

16 de septiembre de 2009

Reviews

Por Fernando Suarez.


-Ambassador Gun “When in hell” (2009)
Ambassador Gun me pone en un aprieto. Uno de los buenos. Que un disco debut represente una tarea complicada a la hora de explicarlo y/o definirlo siempre es una buena noticia. Más si hablamos de Grindcore, un género que, a pesar de contar con el potencial para dispararse en cualquier dirección (tal como demuestran las propuestas de bandas como Agoraphobic Nosebleed, Cephalic Carnage o S*ilent Green) no siempre es muy amigo de la incorporación de elementos ajenos a su virulenta tradición. Ambassador Gun se las arregla para aportar frescura e ideas personales sin olvidar cierta ortodoxia Grind. O sea, los elementos que uno espera en cualquier disco Grindcore que se precie de tal, están presentes. Blast-beats insistentes y frenéticos, guitarras embarradas, profundos gruñidos combinados con taladrantes chillidos, mugre Crusty, rebajes Hardcorosos y esa intransigente sensación de violencia grosera y sin sentido. Inclusive se nota que este trío tomó buena nota de las enseñanzas de Napalm Death y Nasum, especialmente en lo que hace a dinámica y gancho. Cada una de las dieciséis canciones que componen “When in hell” cuenta con su propia impronta, con algún elemento (por más pequeño que sea, en definitiva, a estas velocidades no vamos a pretender desarrollos pausados) que la hace memorable. Siguiendo con las influencias, es necesario notar que Nasum y Napalm no sólo aparecen aquí en su rol más “vieja escuela”, si no que Ambassador Gun rescata también su costado menos convencional, tanto en la construcción de enroscados riffs (aquí también podemos detectar algo de Morbid Angel y, especialmente, Carcass. Inclusive hay algún que otro guiño al “Heartwork”, un disco no tan venerado por los Grinders más conservadores) como en esos flirteos melódicos que adornaban discos como “Diatribes” o “Helvete”. Y si eso les suena a herejía, qué dirán entonces de los pasajes donde la guitarra ensaya texturas que no desentonarían en discos de Isis o de las aproximaciones a modismos típicos del Post-Hardcore y el Grunge. Por supuesto, todo esto adaptado al vértigo enardecido y salvaje del más puro Grindcore. En fin, ante el estancamiento del Death Metal (que hoy en día se ve empujado a rescatar la crudeza cancionera de sus inicios ante tanta brutalidad sin alma), el Grindcore sigue abriendo nuevas puertas para expandirse sin perder en el proceso ni un ápice de su característica intensidad. Una más que grata sorpresa.

-Blindoldfreak “1” (2009)
Algunos tal vez reconozcan el nombre de Alessandro Cortini en relación con su participación en Nine Inch Nails entre 2005 y 2008. Blindoldfreak es el alias que este italiano eligió para su primer proyecto en solitario y si están esperando algo de las letanías autocompasivas de su antiguo empleador (Reznor, ¿no estás un poquito viejo y millonario ya para insistir con eso de que estás deprimido y de lo dura que es tu vida?) ya mismo pueden buscar en otro lado. “1” es un trabajo de texturas abstractas construidas principalmente en base a la utilización de un complejo sintetizador modular llamado Buchla 200e. Las seis piezas (no sería del todo correcto llamarlas canciones) que lo componen son sumamente minimalistas y climáticas, señales sonoras que ondulan lentamente y van mutando con una parsimonia embotadora y misteriosa. Aún así, Cortini le escapa a la monotonía y propone una variada paleta de colores digitales, adornados con sutiles arreglos y hasta algunas melodías y ritmos un tanto más definidos que aportan una dinámica fluida a estas ambientales elucubraciones. Hay momentos hipnóticos de calma espiritual, tensos paseos dominados por abrasivas erupciones sónicas, paisajes de ensoñación surrealista y hasta secciones dominadas por una profunda y cavernosa oscuridad ritual. Todo esto sin caer nunca en la tentación facilista de sobrecargar cada composición con miles de ruiditos, manteniendo siempre una elegancia sobria y enfocada. Por supuesto, esto no es material animar fiestas (a menos que sea una fiesta donde los invitados están muuuuuy drogados), si no más bien para contemplar en soledad, preferentemente con luces tenues y nada de distracciones.

-Dead Swans “Sleepwalkers” (2009)
Teniendo en cuenta que, en un ep previo a este larga duración, Dead Swans versionaba a Black Flag y My Bloody Valentine, es de esperar que su visión del Hardcore no sea de las más convencionales. Ojo, tampoco esperen ninguna revolución ni un absoluto cambio de paradigmas para el género. De alguna forma, lo de estos ingleses puede asociarse con bandas como Give up The Ghost, Paint It Black, Blacklisted o The Hope Conspiracy, es decir un puente entre la virulencia tradicional del Hardcore y ciertas tangentes un tanto más exóticas, por así llamarlas. Tenemos la voz que grita dejando los pulmones en cada estrofa, los coros multitudinarios, los riffs poderosos y agresivos, la velocidad correspondiente, los rebajes metaleros y el esperable desparramo de energía salvaje y desbocada. También tenemos canciones con abundantes cambios de ritmos, guitarras que exploran terrenos más amplios (en términos de melodías y texturas) que el típico riff Hardcore sacado del manual Minor Threat/Bad Brains, atmósferas entre la introspección y la Psicodelia y un sentido de la dinámica bastante desarrollado. El quinteto maneja su propia intensidad con sabiduría, logrando conjugar sin problemas la agresión urgente y física con los paisajes más abstractos, y manejando siempre una tensión ajustadísima que estalla con las venas del cuello a punto de explotar. Todavía les falta despegarse de ciertos clichés genéricos un tanto molestos (al menos para aquellos que no creemos en la intransigencia estilística del Hardcore) y terminar de delinear una identidad completamente propia, pero lo expuesto en este turbulento “Sleepwalkers” deja la puerta abierta para alimentar auspiciosas expectativas.

-Do Make Say Think “The other truths” (2009)
Son compatriotas de Godspeed You! Black Emperor, hacen música principalmente instrumental, sus composiciones cuentan con extensos desarrollos (por ejemplo, este sexto álbum contiene sólo cuatro temas que van de los ocho a los doce minutos de duración) y, si bien la base de su sonido es eminentemente rockera (es decir, construido sobre guitarras, bajo y baterías), no se privan de sumar vientos, pianos, coros, teclados, violines y demás instrumentos exóticos, por así llamarlos. Adivinaron, esto es Post-Rock. En casi cualquier otro caso, ya estaríamos hablando de lo aburrido que se tornó dicho género y de cómo la mayoría de las bandas se conformaron simplemente con repetir las enseñanzas de sus mayores (Mogwai, Tortoise, Slint, Bark Psychosis, los mencionados Godspeed You! Black Emperor) en lugar de honrar el espíritu experimental que alguna vez fuera su bandera. Con sus catorce años de carrera y su imaginación siempre fresca y vivaz, Do Make Say Think escapa a tales planteos. Su música evoca imágenes y paisajes de todo tipo, a veces abstractos y a veces de un realismo abrumador. Sus bases mantienen un pulso firme, de contundencia rockera y libertad Jazzística, sus guitarras estallan entre extrañas combinaciones de acordes, contrapuntos surrealistas y soñadores arpegios, se retuercen en catárticas cascadas de ruido y se elevan hacia el firmamento con hermosas melodías empapadas de delay y demás efectos. Sus composiciones manejan un sentido de la dinámica y la profundidad sumamente sinfónico, con gruesas capas de orquestación generando sentidas armonías y eludiendo con vigor el mero papel de colchón al que suelen estar relegadas. La palabra emoción es clave en este entramado y sin embargo estos canadienses le escapan, al menos la mayor parte del tiempo, a las típicas melodías melodramáticas del Post-Rock. Por supuesto, hay elementos que podríamos llamar tradicionales (para los parámetros Post-Rockeros) dentro de su sonido. Las ondulantes subidas y bajadas de intensidad, los momentos de improvisación libre, la interminable gama de detalles armónicos, las instrumentaciones recargadas en contraposición a los pasajes de puro minimalismo y, claro, esa sensibilidad siempre a flor de piel, esa urgencia emotiva que ni toda la intelectualidad del mundo puede esconder. En cualquier caso, Do Make Say Think no es, de ninguna manera, una banda más del montón. Y este enorme pedazo de MÚSICA (así, con mayúsculas) llamado “The other truths” así lo demuestra.


-Eagle Twin “The unkindness of crows” (2009)
Se ve que después de colaborar con Greg Anderson (ya saben, uno de los amos del trueno, miembro de Sunn 0))), Goatsnake, Burning Witch y un montón de proyectos con guitarras graves y ruidosas) en el monumental disco debut de Ascend editado el año pasado, a Gentry Densley (un músico con un background ligado tanto al Free-Jazz como al Hardcore y el Noise) le picó el bichito del Doom. Puso a un tal Tyler Smith a cargo de la batería y él mismo se encargo de rellenar todo lo demás sólo con su arrastrada voz (por momentos suena como una cruza entre Tom Waits y King Buzzo) y su masiva guitarra. Bien vale aclarar que Densley pasó la mayor parte de su carrera musical como miembro de Iceburn (luego conocidos como The Iceburn Collective, a medida que su propuesta se tornaba más extraña, orquestada y Jazzera), uno de los mejores grupos en eso de combinar energía rockera, instrumentaciones Jazzeras y complejidad sinfónica, por ende es de esperar que su visión del Doom no sea de las más tradicionales qué digamos. Efectivamente, las canciones de este álbum debut de Eagle Twin se mueven entre ritmos lentos pero con dinámicas más cercanas a King Crimson que a Black Sabbath y sus riffs, atronadores y gordos como Satán manda, van más allá de la mera recreación del abecedario creado por Tony Iommi. De alguna forma, el dúo tiende un puente entre la típica densidad de bandas como Saint Vitus, Sleep o el primer Cathedral y los experimentos ruidosos de Earth (en algunos pasajes hasta resuenan los ecos de sus actuales modismos Folkys), Sunn 0))), Melvins y Swans. Lo que quiero decir es que, más allá de los condimentos exóticos, la atmósfera general de “The unkindness of crows” rescata al pie de la letra esa épica cavernosa, aplastante, hipnótica y desoladora con la que se supone que cualquier grupo Doom que se precie de tal debe contar. Por supuesto, la comparación inmediata es con los mencionados Ascend pero, para ser completamente, esa es una comparación en la que Eagle Twin sale perdiendo, en especial en lo que hace a frescura y sorpresa. Más allá de eso, lo que aquí tenemos es un disco sólido, con más de una idea interesante y con un profundo conocimiento de qué fibras tocar para conmover a cualquier dumbeta.

-Every Time I Die “New junk aesthetic” (2009)
En el cíclico mundo del Rock, todo lo que alguna vez fue novedoso en algún momento se estanca y se establece como una variante más en el juego de los encasillamientos. Tal suerte sufrió el Mathcore, luego de verse invadido por incontables nerds con mucho dedo y poca alma repitiendo hasta el hartazgo las enseñanzas de Botch, Converge y The Dillinger Escape Plan sin siquiera molestarse en aportar, aunque sea, una mínima mirada personal. Claro, este no es el caso de Every Time I Die. En primer lugar, con sus más de diez años de carrera, bien se los puede considerar cercanos a la primera generación del género y, por otro lado, ya desde sus inicios mostraban intenciones de desmarcarse del mero entramado de riffs caóticos, tempos complejos y alaridos histéricos. Con el tiempo fueron profundizando sus flirteos con las voces melódicas, la crudeza primitiva del Punk-Rock y el groove movedizo del más roñoso Rock And Roll, llegando así a este presente que los encuentra con la energía intacta y ocupando por derecho propio su indiscutido lugar dentro de las propuestas más personales del Mathcore. Si hay algo que queda claro en este quinto disco es que estos neoyorquinos están más preocupados por escribir canciones que por desparramar riffs enroscados sin ton ni son. Aún con sus bruscos cambios de ritmos y sus malabares instrumentales, el quinteto nunca pierde de vista el gancho ni la energía inmediata, física y salvaje. Asimismo, se aprecia un approach notablemente más rockero (ya desde la densidad ruidosa del inicial “Roman Holiday”, que suena como un Helmet en versión Sludge), no sólo en el terreno instrumental, si no también en el cuidado trabajo de las voces melódicas que esta vez se alejan del fantasma de Glassjaw para sumergirse en tonalidades que rozan el Stoner-Rock. Lo mismo sucede con algunas de las composiciones, donde las guitarras (gordas y rasposas) escupen riffs que saben suplir su falta de excentricidad con una onda sumamente contagiosa. Esto no quiere decir que Every Time I Die dejó de lado ese nerdismo extremo y frenético de siempre, si no que, como ya venían haciendo en sus discos anteriores, logran dosificarlo y adaptarlo a este contexto más bien descontracturado y grasiento. Visto desde otro lugar, bien podríamos decir que “New junk aesthetic” es un disco plagado del más violento y enardecido Rock And Roll, con el toque justo de extravagancia disonante como para no resultar aburrido ni convencional.

-OOIOO “Armonico Hewa” (2009)
No es ningún secreto que, por lo general, aquellos que tenemos cierto aprecio por las expresiones más ruidosas y deformes del Rock contamos con un irresistible fetichismo por todo lo que venga desde Japón en términos musicales. En definitiva, verdaderos maestros del Noise más creativo, como Zeni Geva, Merzbow, Melt Banana o los eternos Boredoms (por sólo nombrar algunos) nos dan la razón. Justamente, OOIOO es el proyecto que, desde 1995, lidera Yoshimi P-We, la baterista de Boredoms que inspiró el título de aquel “Yoshimi battles the pink robots” de The Flaming Lips. Si bien aquí Yoshimi deja de lado los tambores por la guitarra (y la voz, aunque esta tarea la comparte con la bajista Aya y la otra guitarrista Kayan), la música del cuarteto cuenta con una impronta eminentemente rítmica, moviéndose entre intrincados entramados tribales (aquí hay más de un paralelo con la espiritualidad que invadió los últimos trabajos de Boredoms), densas poliritmias Kraut-rockeras, frenéticos ataques casi Jazzeros y hasta ciertos flirteos electrónicos, todo cortesía del impecable trabajo percusivo de Ai. Las composiciones en sí son absolutamente retorcidas, a veces proponiendo arduos viajes plagados de cambios de climas y géneros que rozan el caos y, en otras ocasiones, partiendo de bases simples a las que se van sumando un sinfín de instrumentaciones y voces absolutamente delirantes. Justamente, el trabajo a tres voces es sencillamente increíble, generando un colchón casi constante de coros y juegos vocales extrañísimos, por momentos estridentes pero siempre afinados (hasta hay momentos donde quedan a capella y demuestran que saben muy bien qué están haciendo) y apoyados en complejas melodías. El resto de las instrumentaciones no deja idea sin probar. Ruidos electrónicos, acoples, guitarras Funkys, teclados psicóticos, punteos desorbitados, riffs laberínticos, texturas Kingcrimsonianas, climas espaciales, rasgueos cristalinos, melodías jazzeras, contrapuntos mutantes, algo de pesadez setentosa, arreglos circenses, vientos y una constante sensación de psicodelia quebrada y enfermiza. Lo que en manos de otra gente sería un soporífero devaneo autoindulgente de hippies sin ideas claras, aquí es una auténtica experiencia extrasensorial donde la crueldad y la inocencia se funden en efervescentes capas de orquestaciones superpuestas siempre al servicio de una espontaneidad a prueba de balas. En todo momento se percibe un elemento lúdico (hay secciones donde parece que cada músico está tocando una canción distinta, hasta que en un segundo se vuelven a acomodar como si nada hubiera sucedido) que aleja cualquier atisbo de solemnidad o pompa Progresiva, aún cuando haya puntos musicales en común. En cualquier caso, se nota que el costado Progreta de OOIOO tiene más en común con los delirios lisérgicos de The Soft Machine, Gong o Magma que con la épica pretenciosa de Yes o Emerson Lake & Palmer. Claro, como buenos japoneses que son, la palabra clave es locura. Cada segundo de este “Armonico Hewa” (sexto disco del grupo) es un pasaje de ida a la sorpresa y la excitación constante y eso, en una actualidad que insiste en servirnos en bandeja propuestas absolutamente superficiales y descartables, es algo para no despreciar.


-Pissed Jeans “King of jeans” (2009)
A veces una buena melodía puede contarnos nuestra vida entera y, en otras ocasiones, es un grito el que se encarga del relato. Pissed Jeans es un grito desgarrado, una herida en carne viva. Pissed Jeans es sudor, sangre y nada de lágrimas. ¿Hardcore? Bueno, sólo si confinamos dicha etiqueta al eterno legado de Black Flag. Pero si quieren referencias musicales, tendríamos que hablar también de The Jesus Lizard, Flipper, Tad o Mudhoney. Sí, aquí huele a espíritu adolescente, en el sentido más noventoso de la frase. Pissed Jeans devuelve el Rock al hombre común y demuestra, una vez más, que poco tiene de común. Ya lo expresó alguna vez el gran John Waters (director de “Pink flamingos”, entre tantas otras maravillas cinematográficas), las personas que se esfuerzan por ser raras suelen ser de lo más ordinario y vulgar, mientras que aquellos que están convencidos de su normalidad resultan ser los verdaderos freaks. Pissed Jeans expone el horror de lo cotidiano sin tomar distancia, se sumergen en la basura y resurgen quebrados y renovados al mismo tiempo. Sus ajadas manos sangran, su piel está cubierta de magullones pero no ven la necesidad de construir altares para su dolor. Sus cicatrices no son mejores que las de cualquier otro, son cicatrices y punto. No necesitan demasiados artificios. Una batería sólida y musculosa, un bajo áspero y pendenciero, una guitarra descuidada y salvaje, y una voz serpenteante y espontánea que relata los más dramáticos pasajes de la épica mundana como si fuera lo último que tiene que hacer antes de morir. Riffs simples y carnosos, a veces disonantes, a veces oscuros pero siempre listos para patearnos el culo. Ritmos que van desde opresivas letanías hasta frenéticos estallidos de pura energía. Acoples, gritos y la imperiosa necesidad de decir algo, lo que sea, cómo sea. Pueden llamarlo Noise-Rock, Grunge (casualmente, los edita Sub-Pop) o Punk si quieren, pero en definitiva esto es puro Rock con todas las letras. Hecho con una honestidad y una entrega como hace tiempo no escuchaba. Un disco (ojo que es el tercero de esta gente) para volver a creer.


-Son Volt “American central dust” (2009)
El lugar común dicta que, tras la disolución de Uncle Tupelo (una de las bandas responsables de revitalizar el Country durante los noventas) en 1994, Jeff Tweedy se quedó con el costado Pop-experimental en Wilco y Jay Farrar profundizó aún más su relación con la aridez rural en Son Volt. Bueno, por una vez el lugar común tiene algo de cierto. No es que en Wilco no haya bastante Folk, pero el fuerte lazo que une a Son Volt con sus raíces Countries es mucho más evidente. Ya desde la voz de Farrar, con su grave tono, sus inflexiones campechanas y sus melancólicas melodías, da la sensación de que esta gente está inexorablemente ligada al más tradicional linaje de la música Norteamericana. Inclusive, luego de su separación en 1999 y la subsiguiente reunión con nueva formación en 2004, han dejado de lado las incursiones Punk-Rockeras que todavía se asomaban en sus primeros trabajos y la impronta Psicodélica del anterior “The search”, concentrándose principalmente en los tempos cadenciosos y las guitarras acústicas. No faltan, claro, los pianos, slides, Hammonds, violines y esos coros que estrujan el alma con cada melodía. También hay algo de lugar para la distorsión en temas como “When the Wheels Don't Move”, que recuerdan notablemente a los momentos más ásperos de Neil Young y sus Crazy Horse. Por lo demás, este es otro de esos discos perfectos de Country/Folk/Rock que a Jay Farrar parecen brotarle sin control del alma. Rasgueos acústicos simples y certeros, sutiles arreglos de una sensibilidad abrumadora, ritmos que marcan el andar apesadumbrado y soñador de las canciones y un catálogo de excelsas melodías especialmente diseñadas para anudar gargantas y llenar mentes y corazones con doloridas evocaciones. En fin, no hay mucho más para analizar, esto es música que apela directamente a las entrañas antes que al intelecto, simples y hermosas canciones concebidas con el corazón en la mano y un cuidado casi artesanal. Otra excelente prueba de que no hacen falta gritos y ruido para resultar visceralmente intensos.


-Struck By Lightning “Serpents” (2009)
No quisiera pecar de exagerado e injusto (bueno, tampoco sería la primera vez) pero, ante lo expuesto en este “Serpents”, debo decir que es una suerte que el guitarrista/vocalista Gregory Lahm haya decidido dejar de lado a Mouth Of The Architect en pos de abocarse por completo a este nuevo proyecto. No es que aquel grupo no tenga sus meritos pero, a esta altura, el mundo no necesita más bandas siguiendo al pie de la letra las enseñanzas de Neurosis, Isis y Cult Of Luna. Pero basta de Mouth Of The Architect, que en definitiva siguen activos y hasta comparten sello discográfico con la banda que nos ocupa. Y tampoco es que la propuesta de Struck By Lightning se aleje tanto de las coordinadas Neurosiescas. La diferencia es que si en Neurosis y sus acólitos la agresión y la mugre del Crust ocupan, digamos, un veinte por ciento del sonido, aquí esa proporción se invierte. Ok, ustedes dirán que tampoco es demasiado innovadora la idea de combinar Crust con Sludge y rebusques casi Progresivos. Y tendrán razón. El punto es que el cuarteto tampoco se conforma con repetir lo hecho por Mastodon o Kylesa (por poner dos de los ejemplos más representativos) en ese terreno. Se nota que los tipos absorbieron la visión vanguardista del Crust propuesta por His Hero Is Gone hasta hacerla propia, es evidente también que sus momentos más enroscados y Thrasheros tienen más de un punto en común con High On Fire, pero lo que no muchos sospecharán es que Struck By Lightning rescata además esa cruza entre virulencia D-Beat y soltura Death N’ Rollera expuesta por Disfear en sus últimos trabajos. Entonces, si a las referencias mencionadas, le agregamos marcados guiños al mejor Entombed y hasta algo de Motörhead, la cosa va tomando su propio color. Y, en cualquier caso, es imposible argumentar contra canciones tan buenas. Envueltas en un sonido fresco y poderoso, sumamente intensas y con el toque justo de variedad (pueden pasar sin mosquearse de las aceleradas más salvajes a los climas más épicos, sin salirse nunca de su propia identidad) como para no tornarse monótonas. ¿Vieron cuando los miembros de Neurosis hablan del fuego interno, de esa llama inextinguible que arde en las entrañas de selectos artistas? Bueno, Struck By Lightning carga algo de ese fuego y eso, aún cuando todavía les quede camino por recorrer, es motivo suficiente para darles una oportunidad.


-The Wildhearts “¡Chutzpah!” (2009)
La mayoría de los periodistas de Rock, al hablar sobre The Wildhearts, terminan reflexionando sobre lo injusto que es que estos ingleses nunca hayan alcanzado el éxito comercial esperado. Bueno, el negocio musical es, justamente, un negocio y como tal, hablar de injusticias en un contexto donde lo que mandan son los números antes que el talento (un concepto desde ya sumamente subjetivo y esquivo), es una clara muestra de la ingenuidad (o el cinismo, según sea el caso) que manejan los supuestos especialistas en la materia. Sinceramente, a quién carajo le pueden importar las cifras de ventas ante semejante catálogo de excelentes canciones. En cualquier caso, no me considero capacitado para hablar de marketing y temas similares, así que pasemos a lo que realmente nos ocupa. Para aquellos que no estén familiarizados, digamos que la fórmula Wildheart consiste en una personal combinación de guitarras pesadas, melodías Beatlescas, desparpajo entre Punky y Hard-Rokero y cierto insistente toque freak que los lleva a adaptar con total naturalidad elementos de diversos géneros musicales (Grunge, Funk, Industrial, Folk, Reggae, etc.) a su propuesta. Obviando el olvidable disco de covers editado el año pasado (bueno, versionaban a Fugazi, Descendents y Helmet, pero con eso sólo no alcanza), vemos que Ginger y los suyos mantienen, a veinte años de carrera, la inspiración intacta, entregando diez composiciones (catorce para la edición japonesa) con esas líneas vocales exquisitas, esos coros perfectos, esas guitarras poderosas y afiladas, esos abruptos cambios de ritmo y esos pasajes entre la agresión y la dulzura que tan bien saben manejar. Para que se entienda, cuando los tipos se ponen pesados pueden competirle al más rudo y tatuado de los metaleros, cuando quieren diversión hacen quedar a Brett Michaels como un nene de pecho Straight Edge y cuando se ponen melódicos (todos los temas cuentan con estribillos sumamente memorables) demuestran su habilidad para concebir hits inmediatos que se clavan tanto en la mente como en el corazón. ¿Cuántas bandas conocen que sean capaces de fundir los machaques más violentos que Dimebag Darrel jamás imaginó con melodías que revivirían y volverían a matar de envidia a John Lennon sin que dicha cruza suene a un pastiche infame? Bueno, estaban los Galactic Cowboys a principios de los noventas y, en menor medida, King’s X, pero (aunque más no sea en términos de longevidad y consistencia) salen perdiendo ante el inmenso nivel compositivo y esa soltura fresca y espontánea de la que hacen gala los Wildhearts. Si son demasiado jóvenes para conocerlos o pasaron los noventas dentro de un termo, este “Chutzpah!” sirve perfectamente para introducirse en la sinuosa, pero siempre atractiva, discografía de una de las bandas más personales, creativas y certeras de la historia del Rock.

12 de septiembre de 2009

The.Headache.Diary - Loops and Landscapes for the Ghost Generation



The.Headache.Diary existió durante 2004 como la natural conjunción de Pascow y Teen Terror Idols. Aquella sensibilidad emo post-hardcore que ya asomaba la cabeza en las canciones de Fernando Suárez en TTI y aquellos toques del grunge punky, desprolijo de Nirvana y Mudhoney que Nico traía de Pascow, se mezclan en un disco de pura emoción, negatividad, acoples, algo de amargura y mucha energía. Súmele a esto algunos toques sludge, aquellos hermosos punteos en escalas innombrables de Sonic Youth, el corrosivo humor de King Buzzo y el infalible sentido intuitivo del ritmo de Emmanuel Filomena, y tenemos Loops and Landscapes for the Ghost Generation.

¿Los resultados? Joyas como Triple X Angels, Good Boy, Still I don't Miss Plastic, que se te enredan en el corazón, lo estrujan y exprimen en cada acorde hasta dejarlo exhausto. De yapa, los melómanos también sabrán notar reinterpretaciones de canciones de Mission of Burma y Black Sabbath que los dejarán con la boca abierta.



Para festejar la reedición de este bello disco en el 2009, Fernando ha rediseñado el arte de tapa, y quien le escribe ha realizado la remasterización, tratando de resaltar aún más la cruda energía de aquellas grabaciones del 2004.

Descargá Loops and Landscapes for the Ghost Generation aquí
Download Loops and Landscapes for the Ghost Generation here

11 de septiembre de 2009

Entrevista a Nadja


El dúo compuesto por Aidan Baker y Leah Buckareff nos ofreció una entrevista exclusiva. Nadja es una de las bandas más pesadas y prolíficas de la actualidad. Aidan es una máquina incansable de ideas, no solo musicales ya que también tiene varios libros publicados. Agradecemos a Aidan que se disculpó en reiteradas ocasiones por postergaciones y falta de tiempo para la entrevista debido a que se encontraba de gira, de todos modos encontró tiempo para responder a todas las inquietudes del Zann´s Dream Team.
Nadja crea música que abarca el drone, el ambient y el doom. Nació originalmente en el año 2003 de la mente de Aidan Baker. Debido a que cada vez era mayor la presión para tocar en vivo se unió a Leah y desde entonces estan juntos. Aidan también tiene otro proyecto llamado Arc y además hace presentaciones solistas. Para leer las reviews de los discos de Nadja pueden hacer click aquí.
Los dejo entonces disfrutar de otra entrevista y les digo que no se pierdan la que viene. Les doy una pista, es una banda que empieza con la letra N... (me quedó una rima espantosa).

Nadja son:
Aidan Baker
Leah Buckareff


Zann: ¿Qué podes contarnos acerca de los nuevos discos de Nadja? Sabemos que hay una colaboración con Pyramids y ellos usan blast beats en sus canciones. ¿Imaginaste alguna vez canciones de Nadja mezcladas con blast beats?

Aidan: Nos gusta el grindcore, así que tener algunos blast beats esta re bueno, nunca tuvimos la oportunidad de usarlos antes. Tenemos un albúm próximo a salir llamado “Under the Jaguar Sun” (Beta-Lactam Ring Records) y otro llamado Autopergamene (Essence Music) que espero estarán saliendo antes de fin de año. Además tenemos un DVD saliendo que tendrá 6 horas de música en el, de 2 o 3 horas de performances en vivo.

Zann: Recientemente han sacado “Belles Bêtes” que contiene algunas regrabaciones de trabajos de Aidan en solitario. ¿Qué podrías contarnos sobre el disco?

Aidan: Me gusta revisar algunas de mis viejas canciones y rearreglarlas, para mantenerlas vivas y para escuchar que tan diferentes serían utilizando distintos sonidos y set-ups. A veces son bastante diferentes.

Zann: Aidan, pareces ser un músico muy prolífico. ¿Qué te empuja escribir música o para vos fluye naturalmente?

Aidan: La música fluye naturalmente, si. Es algo que encuentro confortable y me satisface hacerlo.

Zann: Estamos interesados en saber más sobre la banda. ¿Porque Nadja, que significa? ¿Cómo conociste a Leah?

Aidan: Leah y yo nos conocimos en una librería donde ambos trabajábamos. Empecé Nadja en el año 2003 como un proyecto de estudio en solitario. Usé “Nadja”, que es mi nombre al revés para sugerir que era la otra cara o el alter ego de mi mismo (N. del E. Aidan Nadia... ¡¡¡como no se me ocurrió antes!!!). Cambié la i por una j en para referirme a la novela surrealista de Andre Breton y la película de vampiros del mismo nombre producida por David Lynch. Leah se unió en el 2005 cuando empezaron a pedirme performances en vivo.

Zann: Aidan, sos escritor y algunos de tus libros están agotados. ¿Podrías contarnos algo sobre ellos? ¿Están conectados con la música que creas o son sobre otros temas?

Aidan: Mis libros no están explícitamente conectados con la música. Aunque he escrito pistas de sonido para ir con mis escritos esto fue con la intención de ser un acompañamiento más que una contraparte específica. De mis libros solo “Fingerspelling” (N. del E. Dedoinvocaciones o algo así) esta disponible. Cuenta la historia en verso de un hombre que se encuentra y se involucra con una mujer sorda y sobre los intentos de entender como ella percibe el mundo y cosas como la música y el arte. Tengo un nuevo libro que saldrá dentro de poco editado por Beta-Lactam Ring Records llamado “Passing Thru” (Atravesando) y también tendrá un CD de audio de acompañamiento.

Zann: Son una de las bandas más pesadas de estos días y no los calificaríamos como una banda de metal. ¿Se sienten más cerca de bandas sludgies como Swans o Earth por ejemplo, antes que las bandas de Doom Metal tradicional?

Aidan: Ciertamente no somos Doom Metal tradicional, así que supongo que nos sentimos más cerca de bandas como Swans o Earth, que tienen algunos elementos del metal dentro de su música pero no podrían ser llamados estrictamente como bandas de metal. Pienso que nuestra música es más sobre un sentimiento del metal o una sensibilidad yuxtapuesta con otros elementos musicales como el ambient, el shoegaze y eso.

N. del E. Aidan me permitió incluir la nota de salida del disco de covers de Nadja llamado “When I See The Sun Always Shine On TV” para aclarar el tema:

“Consideren este disco una exploración de las raíces de Nadja: todo el mundo nos compara con My Bloody Valentine así que teníamos que hacer un cover; Codeine y Swans fueron ambas bandas que exploraron la pesadez del metal sin ser bandas de metal.
The Cure tenía esa hermosa y amarga melancolía; la canción de Elliott Smith, “Needle in the Hay” es simultáneamente tan simple y devastadora; nadie nos creyó cuando dijimos que haríamos un cover de una canción de la película “The Kids in the Hall”, un gancho de nuestro set en vivo, así que teníamos quer grabarla; ¿Cómo podíamos resistir la oportunidad de hacer un cover de la canción más pesada (pero que ganchera) de A-Ha? Y Slayer es simplemente Slayer.”

Zann: “When I See The Sun Always Shines On TV” tiene algunos interesantes covers de algunas de sus influencias. ¿Qué artistas dirían que los inspiraron para hacer la música que tocan?

Aidan: Las canciones que elegimos para hacer covers fueron inspiraciones musicales de algun tipo, tanto de nuestro propio desarrollo musical personal como para la música de Nadja. Hay muchas otras por supuesto: Godflesh, Big Black, Khanate, Caspar Brotzmann, Converge, John Coltrane, Halo, The Pixies, etc., etc.

Zann: ¿Qué aspectos de sus composiciones son planeados y cuales son improvisados cuando graban un nuevo disco?

Aidan: Generalmente tenemos un núcleo más o menos estructurado de una canción, donde las atmósferas y las texturas son improvisadas.

Zann: ¿Por qué decidieron cambiar de grabaciones en CD-R a lanzamientos oficiales a través de un sello en el 2005?

Aidan: Principalmente porque más gente estaba interesada en escuchar nuestra música y los lanzamientos oficiales con sellos nos permitieron mayor distribución y exposición.

Zann: Nunca los vimos en vivo, gente, así que estamos muy interesados en saber como una música con tal riqueza y complejidad en su sonido es tocada en vivo solo con dos personas en el escenario.

Aidan: Nos sampleamos a nosotros mismos en vivo a medida que tocamos, así que creamos múltiples capas de sonido.

Para más información sobre Nadja: http://64.92.105.10/~coldsnap/aidan/nadja.htm


Interview with Nadja

Zann: What can you tell us about next releases with Nadja? We know is coming a collaboration with Pyramids and they use blast beats in their songs. Did you ever imagine a Nadja´s songs mixed with blast beats?

Aidan: We like grindcore, so having some blast beats is pretty cool -- we've just never had the opportunity to use them before. We have a forthcoming album called Under the Jaguar Sun (Beta-Lactam Ring Records) and another called Autopergamene (Essence Music) which will hopefully be out before the end of the year. We also have a dvd release coming out that will have 6 hours of music on it, from 2 3-hour live performances.

Zann: You have recently released “Belles Bêtes” which contains reworkings of some of Aidan’s solo work. What can you tell us about it?

Aidan: I like to revisit some of my older songs and re-arrange them -- both to keep them alive and to hear how they might be different using different sounds and set-ups. Sometimes they are very different.

Zann: Aidan you are very prolific. What pushes you to write music? Or music flows naturally?

Aidan: Music just flows naturally, yes. It's something I find comforting and satisfying to do.

Zann: We are interested in knowing more about the band. Why Nadja? What does it means? How did you meet with Leah?

Aidan: Leah and I met in a bookstore where we both worked. I first began Nadja in 2003 as a solo, studio-only project. I used 'Nadja,' which is my first name spelt backwards, to suggest it was the flipside or alter-ego of myself. I changed the i to a j in order to reference Andre Breton's surrealist novel and the David Lynch-produced vampire movie of the same name. Leah joined in 2005 when there began to be demand for live performances.

Zann: Aidan, you are a writer and some of your books are out of print. Could you tell us a little about them? Are in some way connected with the music you create or are they about something else?

Aidan: My writing is not explicity connected to my music, no. Though I have written soundtracks to go with some of my writing, but it was intended more as an accompaniment rather a specific counterpart. Of my books, only Fingerspelling is still in print and available. It tells the story in verse of man who meets and becomes involved with a deaf woman and his attempts to understand how she perceives the world and things like music and art. I do have a new book coming out sometime soon with Beta-Lactam Ring Records called "Passing Thru" -- it will also have an accompanying cd soundtrack.

Zann: You are one of the heaviest bands around today and yet we wouldn’t call you a Metal band. Do you feel closer to Sludgy Non-Metal bands like Swans or Earth, for example, than to traditional Doom Metal bands?

Aidan: We are certainly not traditional doom metal, so I suppose we feel closer to bands like Swans or Earth who similarly have metal elements to their music, but cannot be strictly called metal either. I think our music is more about a metal feel or sensibility juxtaposed with other musical elements, like ambient or shoegaze, and so on.


(Aidan let me include in this answer the release note of Nadja´s album “When I See The Sun Always Shines On TV”, Ed)

“Consider this album an exploration of the roots of Nadja: everyone compares us to My Bloody Valentine, so we had to cover them; Codeine and Swans were both bands exploring the heaviness of metal without actually being metal.
The Cure have that lovely, bittersweet gloominess; Elliott Smiths Needle in the Hay is simultaneously so simple and so devastating; no one believed us when we said we covered a song from The Kids in the Hall movie, a staple of our live set, so we had to get that one to tape; how could we resist the opportunity to cover A-has heaviest (but oh so catchy) tune And Slayer is just Slayer.”

Zann: "When I See The Sun Always Shines On TV" features interesting covers of some of your influences. Which artists would you say inspired you to make the kind of music you do?

Aidan: The ones we chose to cover were certainly musical inspirations of some kind -- either to our own personal musical development or to Nadja's music. There are many others, of course: Godflesh, Big Black, Khanate, Caspar Brotzmann, Converge, John Coltrane, Halo, The Pixies, etc., etc.

Zann: Which aspects of your compositions are planned ahead and which are improvised when you make a new record?

Aidan: We usually have a more-or-less structured backbone to a song over which atmospheres and textures are improvised.

Zann: Why did you decide to switch from CD-R releases to official releases through a record label in 2005?

Aidan: Mainly because more people were interested in hearing our music and official releases with labels allowed for greater distribution and exposure.

Zann: We never saw you guys live, so we are actually very interested in knowing how music with such richness and complexity in sound is played live by only two persons on stage.

Aidan: We sample ourselves live as we play, so multiple layers of sound are created.

Fore more information on Nadja: http://64.92.105.10/~coldsnap/aidan/nadja.htm