6 de agosto de 2012

Reviews Express


Por Fernando Suarez.


-2:54 “2:54” (2012)
Bueno, che, si nadie se quejó nunca (bah, yo jamás lo haría) de que Garbage fuera una versión diseñada para el mainstream Post-Nirvana de Curve, por qué habríamos de espantarnos si estos londinenses liderados por dos bellas chicas góticas suenan como una versión Post-Punk de Butch Vig y sus secuaces. Y, si tienen en cuenta el pasado de Shirley Manson al frente de Angelfish, sabrán que el asunto cierra bien.



-Afgrund “The age of dumb” (2012)
Bueno, cuando uno necesita algo de catarsis violenta, pocas cosas son mejores que dieciocho mazazos (apiñados en menos de media hora) de puro Grindcore sueco a la Nasum. Cero personalidad, cien por ciento de efectividad.



-Alter Der Ruine “There’s always one more son of a bitch” (2012)
Para este quinto disco, Alter Der Ruine disminuye el ruido que dominaba sus entregas previas pero mantiene su dureza rítmica casi marcial, al tiempo que estimula su costado melódico. El resultado final no está tan alejado de lo hecho por clásicos de la agresión bailable como Front 242, Nitzer Ebb o el Front Line Assembly más accesible, aunque con la inevitable vuelta de tuerca sónica actual.



-Clams Casino “Instrumentals 2” (2012)
Como el título bien lo indica, este es el segundo álbum de Clams Casino y se trata de material instrumental. Lo de este muchacho (nacido en New Jersey bajo el nombre Mike Volpe) es un Hip-Hop atmosférico y sutil (esta última, una virtud que se aprecia, por sobre todo, gracias a la ausencia de voces rapeando), que algunos llaman Cloud-Rap, otros Hip-Hop abstracto y vaya uno a saber qué otras barbaridades. Música para desenchufarse y volar un rato.



-Nachtmystium “Silencing machine” (2012)
Si esta no es la decepción del año, le pega en el palo. Lejos, lejísimos de la sorprendente creatividad que Blake Judd y los suyos venían exponiendo desde “Instinct: Decay” (2006), aquí el grupo cae en la farsa del “regreso a las raíces” y se despacha con un Black Metal tradicional al que se hace difícil prestar atención durante la hora entera que dura el disco. No es totalmente desechable (por momentos vuelven a asomar esos geniales flirteos con la Psicodelia, aunque esta vez la influencia Post-Punk viene con un rancio tufillo a goticismo berreta) pero, para la gente que creo los geniales “Black meddles”, esto es un claro paso atrás.



-OM “Advaitic songs” (2012)
Parece increíble pero la música de OM se sigue expandiendo, ganando en variantes (tantos sonoras como rítmicas y estilísticas), mística, dinámica y emotividad. Mayor instrumentación (el dúo básico de bajo y batería se adorna con diversas cuerdas y percusiones), melodías de tono espiritual que remiten tanto a Occidente como a Oriente y ese irresistible clima de ritual para sumergirse en hondas reflexiones extraterrenales.



-One Leg Mary “Yes exactly, maybe not” (2012)
Cuarteto griego que plantea un Math-Rock de excelente factura, con gran inventiva (chequeen esas guitarras, que están para chuparse los dedos), momentos de intrincada complejidad (de esos que pueden trazar puentes con el Rock Progresivo más guitarrero) y una sensibilidad melódica que no hubiera desentonado en un grupo como Failure. Como si todo esto fuera poco, pueden bajar el disco de forma gratuita en www.onelegmary.bandcamp.com. Yo que ustedes no me lo perdería.



-Sons Of Otis “Seismic” (2012)
Sexto disco de Sons Of Otis y nada de sorpresas inesperadas. Siete temas en poco más de cincuenta minutos de pura adoración Sabbathera, esta vez privilegiando su costado más dumbeta y rasposo (muy a la Electric Wizard) pero sin abandonar del todo las zapadas cósmicas.



-Soul Asylum “Delayed reaction” (2012)
Que un grupo cumpla veintinueve años (bueno, con algunas pausas en el medio pero ustedes me entienden...¿ah, no?) con un disco tan vital y emocionante como éste, ya es motivo de festejo. Y más cuando es una de las bandas que mejor supo entender el nexo entre el Punk y el Folk norteamericano.



-Verse “Bitter clarity, uncommon grace” (2012)
Tras unos (pocos) años de separación, vuelve Verse sin perder ni un ápice de la intensidad que los caracteriza. Siguiendo la línea del maravilloso “Aggression” (2008), este cuarto álbum nos entrega trece nuevas gemas de Hardcore enérgico, politizado, rabiosamente emocional, pasional, inteligente y con un nivel musical tan elevado como excitante.

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