4 de noviembre de 2013

Reviews Express: Especial Queercore, Parte 1

Por Fernando Suarez.


-Big Boys "Lullabies help the brain grow" (1983)
Es interesante señalar que dos de los primeros músicos dentro del Hardcore norteamericano en hacer pública su homosexualidad (e incorporar dicha temática a sus letras y su propuesta general) provenieran de Texas, el estado conservador por excelencia de dicho país. Me refiero, claro, a Gary Floyd de The Dicks (de quienes hablaremos más adelante) y a Randy Turner de estos geniales Big Boys. En el plano musical, el cuarteto (que, en algún momento contaría en sus filas con la presencia de Rey Washam, futuro baterista de luminarias como Scratch Acid, Jerry's Kids y Ministry) fue considerado pionero en varios frentes gracias a una interpretación del Hardcore/Punk desprejuiciada, ecléctica y libre de  restricciones. Así, en este segundo disco podemos encontrar desde fugaces estallidos de velocidad a contracturadas combinaciones de Funk y Punk, pasando por coreables himnos Skatepunks y hasta una suerte de emotiva balada en la forma de la magnífica "Sound on sound" que, unos cuantos años después, sería versionada por los mismísimos Jawbox.



-Anti-Scrunti Faction "Damsels in distress" (1985)
Probablemente, lo primero que haya que decir sobre este trío oriundo de Colorado es que de aquí surgiría luego Tribe 8, una de las bandas más populares del Queercore de los noventas. También habría que mencionar que fueron una de las primeras bandas en ser mencionada en J.D.s., el fanzine fundado por Bruce LaBruce y G.B. Jones (quien también haría aparecer a Anti-Scrunti Faction en su film "The Yo-Yo Gang") que inauguraría casi de la nada la escena Queercore a mediados de los ochentas. Pero aquí hay algo más que una mera anécdota histórica/arqueológica. Con dieciocho temas apiñados en poco menos de media hora, Anti-Scrunti Faction desafiaba varias de las nociones de una escena Hardcore/Punk todavía dominada por hombres blancos heterosexuales, con un sonido crudo y áspero que serviría como clara inspiración para futuras Riot Grrrls y una energía tan visceral como contagiosa y explosiva.


-Dicks "These people" (1985)
Tras un genial debut ("Kill from the heart") editado por SST (sello regentado por Gren Ginn de Black Flag) en 1983, los liderados por Gary Floyd se pasan a Alternative Tentacles (sello regenteado por Jello Biafra de Dead Kennedys) y dejan su Texas natal por una menos hostil San Francisco. Al mismo tiempo, esta segunda entrega ve al cuarteto profundizando su amor por el Blues y el Hard-Rock, sin abandonar la rabia Punk de siempre (las letras son más corrosivas que las de "Kill from the heart", si tal cosa e sposible) pero mostrando tempos un tanto menos acelerados (por momentos hasta se puede adivinar cierto germen musical del Grunge por aquí) y composiciones con mayor inventiva y profundidad musical, en especial gracias a la voz del mismo Floyd que alcanza alturas de expresividad conmovedoras. De hecho, tras la disolución del grupo (en 1986), el cantante se metería de cabeza en eso de combinar Blues y Hard-Rock al frente de Sister Double Happiness, marcando varias de las pautas musicales que luego harían famoso a un grupo como Pearl Jam.


-Heavens To Betsy "Calculated" (1994) / Excuse 17 "Excuse 17" (1995)
Corin Tucker y Carrie Brownstein se conocieron (y, según dice la leyenda, se enamoraron) cuando ambas lideraban bandas diferentes que, al disolverse, dieron paso al nacimiento de Sleater-Kinney. Heaven To Betsy era el dúo liderado por Tucker y, en su único larga duración, encontramos un sonido bien crudo y despojado para enmarcar canciones sumamente catárticas donde, por un lado, se sentía la fuerte huella dejada por Bikini Kill y, por el otro, se intuía esa particular emotividad que luego distinguiría a Sleater-Kinney. Por su parte, Excuse 17 (con Brownstein al frente) presentaba parámetros similares aunque en sus composiciones se percibía un claro gusto por los popes Washingtonianos del Post-Hardcore, Rites Of Spring a la cabeza, y letras que abordaban de forma bastante directa cuestiones de identidad sexual. En ambos casos quedaba en evidencia como aquellos primeros pasos del movimiento Riot Grrrl (tengan en cuenta que ambas bandas eran oriundas de Olympia, la cuna de dicha vertiente) ayudaron a que estas (y otras) bandas conformadas por mujeres tuvieran la confianza suficiente como para expresar sus propias problemáticas con voz firme y personal.


-Sister George "Drag king" (1995)
Algo así como el exponente más destacado del Queercore británico, Sister George tuvo una vida corta pero intensa, siendo una de las piezas fundamentales para que dicho movimiento saliera a la luz por esos lares. Con sólo ocho temas en poco más de veinticinco minutos, este único registro discográfico del cuarteto exhibía un Punk-Rock obsesivo y rasposo, montado sobre medios tiempos (algún aire Grunge se cuela por allí), recubierto por una cierta bruma de oscuridad Post-Punk y adornado con los toques justos de melodía y disonancia. Lamentablemente, el grupo vería su fin en el medio de la grabación de lo que sería su segundo disco y, en 2009, su bajista (Lisa Cook) fallecería de cáncer, lo cual truncaría para siempre la posibilidad de una reunión.


-Team Dresch "Personal best" (1995)
Si hablamos de Queercore hecho por chicas, Team Dresch es una parada ineludible. En primer lugar, por ayudar a promover (a través del fanzine Chainsaw, luego devenido en sello discográfico) a muchas (y muy buenas) bandas del estilo, manteniendo siempre una ferrea independencia y una envidiable lucidez política. En segundo lugar (aunque no menos importante), por su música. Contando con gente que (en algún momento u otro) pasó por bandas como Dinosaur Jr, Screaming Trees, Fifth Column, Hazel, Built To Spill y Born Against, el cuarteto exponía un Punk-Rock de alto octanaje emotivo, con la cuota justa de melodía pero sin caer nunca en facilismos superficiales, con canciones que estrujaban el alma al tiempo que sacudían el cuerpo y estimulaban la mente con una intensidad apabullante. "Personal best", a dieciocho años de su edición sigue sonando relevante, energético y absolutamente necesario para cualquiera que aprecie el Rock hecho desde las tripas.


-Imperial Teen "Seasick" (1996)
Algunos podrán preguntarse qué tan válido sea colocar a un grupo como Imperial Teen dentro de la categoría de Queercore pero, justamente, si estamos hablando de cuestionar los márgenes impuestos por los géneros, entonces me siento habilitado para permitirme su inclusión sin problemas. Y, si eso no fuera suficiente, las letras de temas como "Butch", "Water boy", "Blaming the baby", "You're one" (una suerte de homenaje queer a Kurt Cobain), "Luxury" o "Imperial teen" deberían bastar para calmar cualquier tipo de inquietud. En cuanto a la música, este disco debut dejaba en claro que la creatividad de Roddy Bottum (aquí en su rol de cantante y guitarrista) no terminaba en Faith No More. De hecho, no esperen nada similar a Faith No More. Las once canciones contenidas en "Seasick" tenían más en común con esa suerte de Indie-Punk-Pop-Noise-Psicodélico de Pixies o The Breeders que con el eclecticismo casi metálico de los liderados por Mike Patton. Y, por si hace falta aclararlo, se trata de canciones endiabladamente atractivas, sugestivas y que lograban ese perfecto equilibrio (tan noventoso) entre bellas melodías, guitarras ruidosas, corazón Punk y una sensación entre colgada, melancólica e irónica.


-Black Eyes "Black eyes" (2003)
Como buenos abanderados de Dischord, estos washingtonianos proponían una cara más bien nerd y algo crítpica del Queercore y es probable que ese sea el motivo por el cual no se los suele colocar dentro de éste sub-género. Lejos de los manifiestos o el humor confrontativo, Black Eyes se manejaba en coordenadas más poéticas para expresar sus propias visiones sobre temas de sexualidad y disidencia. Y, como para cerrar mejor el concepto, lo hacían en un marco musical también alejado de la ortodoxia Punk (la formación contaba con dos baterías, dos bajos y una guitarra, todos ellos también encargados de la percusión y las voces), más afín al caos disonante de la No-Wave neoyorquina y a la libertad catártica del Free-Jazz, sin por ello resignar la intensidad (al contrario) ni cierto pulso rítmico casi bailable. Casi como una versión actualizada y Dischordiada (valga el término) de los legendarios God Is My Co-Pilot.


-Limp Wrist "Complete discography" (2004)
Ya en sus épocas de líder de los legendarios Los Crudos, el uruguayo radicado en Estados Unidos Martin Sorrondeguy no tenía problemas en hablar abiertamente de sus preferencias homosexuales pero, al encarar esta nueva aventura musical (junto a miembros de bandas como Devoid Of Faith, Hail Mary y Kill The Man Who Questions, todas ellas muy recomendables para los amantes del Hardcore más extremo y violento), dicho ítem se volvió central e ineludible. Musicalmente, el cuarteto se mantenía cerca del sonido acelerado y rabioso de Los Crudos, aunque con una impronta un tanto menos caótica, con canciones más enfocadas y directas y un sonido ajustadísimo. Y, gracias a estas breves explosiones de adrenalina, lograron no sólo ponerse al frente (al menos en términos de popularidad) de una nueva generación de Queercore, sino también hacer explícito ese homoerotismo siempre latente en los rituales habituales (pun intended) del Hardcore en general.


-Gay For Johnny Depp "The politics of cruelty" (2007)
Contando en sus filas con miembros de luminarias del Post-Hardcore de los noventas como Errortype:11, Garrison o Bad Trip, estos neoyorquinos no tenían ningún empacho en llevar todo a los extremos. El sentido del humor abiertamente sexual de un grupo como Pansy Division aquí se teñía de sangre, secreciones varias, descontrol, políticas radicales y un sarcasmo altamente corrosivo. Al mismo tiempo, el sonido del grupo se enmarcaba en el costado más caótico, vertiginoso, disonante y virulento del Hardcore, por momentos rozando el costado más agresivo del Screamo y en otros permitiéndose rescatar cierta musicalidad de su pasado Post-Hardcore.

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