19 de abril de 2008

Dischord Records - Top 20 arbitrario




Por Fer Suarez.

Dischord Records es un sello discográfico fundado en 1980 por Ian MacKaye y Jeff Nelson (ambos ex miembros de Teen Idles y Minor Threat, entre otras bandas) con el fin de documentar la incipiente escena Punk de su comunidad, Washington DC. En sus más de veinte años ininterrumpidos de historia han editado a más de cuarenta bandas, siempre manteniendo sus preceptos: precios accesibles (los cd’s no cuestan más de diez dolares) editar grupos que tengan algo verdaderamente interesante para aportar, sin contratos escritos con las bandas (todo se arreglaba de palabra) y sin trato directo con el mainstream, ya sean sellos discográficos, prensa, radios, televisión, etc.

Han sido un ejemplo no sólo de integridad e inteligencia, si no también de inagotable apetito creativo. Por eso, hemos decidido seleccionar nuestros veinte discos preferidos del sello, basándome exclusivamente en nuestra subjetiva mirada.



-Teen Idles “Minor disturbance” (1980): Ok, musicalmente tal vez no sea lo más logrado del sello, pero es el disco que lo inició todo. Los preceptos rudimentarios del Hardcore/Punk de Washington DC y los primeros flirteos con la idea del Straight Edge contenidos en ocho temas tan explosivos como refrescantes.


-Minor Threat “Minor threat” (1981): Digan lo que quieran de New York y Los Angeles, pero Washington vio nacer a Bad Brains y Minor Threat, las dos bandas que prácticamente escribieron el manual entero del Hardcore. Emoción, angustia adolescente, frustración y energía negativa transformada en energía positiva. Y todo eso en canciones de tres acordes que, a pesar de su implacable y visceral potencia, resultaban sumamente aptas para corear a viva voz.

-Faith “Subject to change” (1983): No sólo la banda de Alec MacKaye (hermano de Ian y futuro lider de Ignition y The Warmers), si no también el primer paso hacia el Post-Hardcore que sería emblema de Dischord y de la escena Washingtoniana en general a partir de mediados de los ochentas. Detrás de la distorsión, la crudeza y la velocidad se escondían melodías torturadas, arreglos inteligentes y una visión más adulta e introspectiva del Hardcore.


-Rites Of Spring “End on end” (1985): Para muchos, el nacimiento del Emo. Para otros, la carta de presentación del inquieto Guy Piccioto. Básicamente un clásico Punk, con la energía intacta, la intensidad en los niveles más altos y la imaginación a flor de piel. Los nerds sensibles del mundo ahora tenían su propio Black Flag.


-Beefeater “Plays for lovers” (1985): Una época inquieta. La escena Hardcore había mutado a una especie de club social donde regía la ley del más fuerte (o del más tatuado, posero y cabeza, en este caso) y la efervescente sensación de un real cambio cultural se desvanecía en el mosh. Así, mucha bandas buscan en su interior y deciden salirse de los estrechos márgenes musicales y estéticos del Hardcore, pero sin dejar de lado la fuerza. Es la época que sería conocida como “Revolution summer” y uno de sus principales exponentes sería este cuarteto que tomó la tradición ecléctica de Bad Brains (Hardcore + Reggae + Funk + Jazz + Espiritualidad) y la llevó a terrenos más politizados y reflexivos.


-Dag Nasty “Can I say” (1986): Después de la separación de Minor Threat, el guitarrista Brian Baker prestó oídos a lo que estaba sucediendo a su alrededor y junto al cantante Dave Smalley (luego sería parte de All y lider de Down By Law) logró combinar la urgencia y la velocidad del Hardcore vieja escuela, con melodías llenas de emoción y una precisión instrumental inusitada, transformándose así en uno de los pilares del Emo-core y del Hardcore melódico en general.



-Soulside “Hot bodi-gram” (1989): Oh sí, los 90’s se acercaban y lo que en unos años explotaría en la cara del mainstream ya se venía gestado en las entrañas del Underground . En el caso de SoulSide (con futuros miembros de Girls Against Boys), podemos escuchar esa especie de Punk retorcido, de ritmos no muy acelerados y cadencias hipnóticas, acompañadas de ese dejo mugriento e irónico que sería la marca registrada del Grunge.


-Fugazi “Repeater” (1990): “13 songs” ya había dado vuelta un par de nociones, pero se trataba aún del trabajo de una banda en formación (Guy Piccioto no había participado de la composición de todos los temas). “Repeater”, en cambio es una pieza definitiva. Ya no más “la banda de los ex Minor Threat y Rites Of Spring” (Ian MacKaye y Guy Piccioto, quienes, por cierto, ya habían cimentado su sonido definitivo en proyectos posteriores a dichas bandas, como Embrace, One Last Wish y Happy Go Licky). Lucidez, musicalidad, intensidad y apetito creativo. La incontrolable energía del Punk interpretada de forma sublime y adulta. Las voces rotas de una generación que ya no clama por respuestas, si no que crea las suyas propias. Al fin y al cabo, estamos hablando de la mejor banda del mundo.

-The Nation Of Ulysses “13 point program to destroy America” (1991): Un grupo de terroristas construyendo la revolución con guitarrazos como balas. El espíritu de 1968 encarnado en himnos Punks con la libertad del Free-Jazz y un lenguaje e iconografías propias. Muchos trataron de imitarlos con resultados dispares (a Refused le salió bien en “The shape of Punk to come” y At The Drive-In falló en…todos sus discos), pero su legado se mantuvo intacto e inclusive se dieron el lujo de dar un paso más en su propuesta con Make-Up, la banda que surgiría de sus cenizas.

-Shudder To Think “Get your goat” (1992): La teatralidad y el glamour también tuvieron su lugar entre los ñoños. O algo así. Los miembros de Shudder To Think no usaban maquillaje (bueno, algunos lo incorporaron en años posteriores, cuando abandonaron Dischord para probar suerte con una multinacional. Suerte que les fue esquiva, por cierto) ni ropas extravagantes y su puesta en escena era simple y directa, pero en su música era imposible no detectar los fantasmas de Queen y David Bowie, sumados a la energía de Bad Brains y a un vuelo creativo e instrumental cien porciento original.


-Jawbox “Novelty” (1992): Estandartes definitivos del Post-Hardcore, tanto en lo musical (con sus guitarras filosas y disonantes, sus ritmos irregulares y sus melodías emotivas e “inteligentes”) como en lo estético (el cuidado diseño de sus artes de tapas, las camisas, los anteojos, la actitud de nerds rockeando hasta la última gota de sudor), fueron una de las dos (junto a Shudder To think) únicas bandas de Dischord que decidieron probar suerte en el mainstream. Y fallaron, claro.


-Hoover “Lurid traversal of Rte. 7” (1993): La banda que forjó un puente entre el Post-Hardcore y el Post-Rock con un solo disco, transformándose inmediatamente en un clásico de culto para innumerables seguidores. Un sonido tenso y opaco, adornando canciones con un tratamiento único de la dinámica (que luego sería tomado por el ala más arty del Mathcore), yendo de pasajes soñadores a enmarañadas y desgarradoras explosiones de distorsión.



-Lungfish “Pass & Stow” (1994): Una de las bandas más longevas y emblemáticas de Dischord. Liderados por el barbudo poeta Daniel Higgs que guía los mantras distorsionados del grupo con melódicas recitaciones llenas de magia y misterio.




-Trusty “The fourth wise man” (1996): Sí, las canciones redondas y tarareables también tuvieron su lugar en Dischord. ¿Estamos hablando de Pop? Sí, claro, pero recuerden que aún estábamos en los noventas, con lo cual era casi imposible concebir a dicho género sin la necesaria cuota de Punk y el fantasma de Hüsker Dü flotando sobre sus cabezas.


-Q And Not U “No kill no beep beep” (2000): Una nueva generación toma la posta y Q And Not U parecen llevar la delantera. Guitarras que nada tienen que envidiarle al King Crimson más rebuscado, ritmos imposibles de no bailar y melodías incisivas y, al mismo tiempo, agradables, se suman al ya típico nerdismo del sello y a las proclamas políticas con una frescura envidiable.


-El Guapo “Super/System” (2001): Dieciocho canciones de experimentación electrónica/rockera a cargo de un trío de dementes que tocan guitarras, bajo, batería, teclados, acordeones, oboes y maquinitas varias. Y los tres cantan. Una prueba más de que el Punk y la vanguardia pueden ser excelentes aliados.


-Black Eyes “Cough” (2004): Y hablando de vanguardia llega esta maravilla. “Black Eyes creó una experiencia en vivo única. Los miembros conformaban una forma simétrica con dos bateristas, uno en cada punta del escenario, dos bajistas, uno al frente y uno en el fondo y un guitarrista en el medio”. Así dice la misma página de Dischord. Y eso no es todo. En “Cough” (su segundo disco) suman a sus caóticas construcciones percusivas los saxos más desquiciados desde que a John Coltrane se le ocurrió redefinir lo que era o no considerado música. Especialmente recomendado para fans de Boredoms y demás inadptados de similar calaña.


-The Evens “The evens” (2005): Con Fugazi en un parate indefinido, Ian MacKaye no se iba a quedar quieto, claro que no. Se junto con Amy Farina (su actual pareja y ex baterista de The Warmers) y, munido de una guitarra barítono nos lanzó esta belleza de disco en la cara. Canciones simples, minimalistas pero llenas de sutilezas. Bases infecciosas, líneas melódicas adictivas y letras que son alimento para el cerebro y el alma. Si se perdieron el show que el dúo dio en Buenos Aires el año pasado deberían sentirse avergonzados.


-The Aquarium “The Aquarium” (2006): Un chico, una chica, tres días, una batería, un teclado y un bajo. Es todo lo que necesitó The Aquarium para lograr su delirante combinación de Rock Progresivo, Punk y Psicodelia audiovisual. Casi como un Emerson Lake & Palmer despojado de las capas de grasa, condensado en lisérgicas píldoras de no más tres minutos y con estribillos memorables.


-Channels “Waiting for the next end of the world” (2006): J. Robbins lideró a Jawbox por casi diez años. Luego fue el turno de Burning Airlines y así llegamos a Channels, donde este padrino del Post-Hardcore (productor también de bandas como Texas Is The Reason, Clutch, Jets To Brazil, Braid, Paint It Black, The Promise Ring, The Dismemberment Plan, Modern Life Is War, Garrison y Bluetip, entre muchas otras) se junta con su esposa Janet Morgan y el ex baterista de Kerosene 454 y Oswego, Darren Zentek y nos entrega un paso más en el perfeccionamiento de su estilo. Un trabajo casi artesanal de guitarras en llamas, complejidad percusiva y melodías tan sobrias como emotivas.

4 invocaciones del cosmos:

No quiero decir mucho más que esto, pero... se viene, se viene reviú de "Repeater"... acompañado con pixie de fugazi, obviamente!

Oh, dios no lo puedo creer. Se viene la fin del mundo, se viene.

zarpada la entrada. yo meteria uno de greymatter el food for think o algo asi, no recuerdo exacto el nombre. y el split de the faith con void.

igual es dificil hacer un top 20 de dischord

Sin ánimo de ser pedante: "los saxos más desquiciados desde que a John Coltrane se le ocurrió tirar a la mierda las partituras y las escalas"... Bueno, es que es bastante habitual cuando se habla de "free jazz"/avant-garde (o como se le quiera llamar) soltar cosas por el estilo... y sin embargo en la mayoría de los casos es absolutamente falso. Coltrane tenía un dominio absoluto de varias escalas, que después, sobre todo a partir de 1965, "liberara" su forma de inprovisar a nivel harmónico y rítmico no significa que abandonase las escalas (sobre todo las no occidentales que tanta riqueza confieren al sonido coltreniano) y las partituras. Otra figura representativa, Ornette Coleman, no sólo no "abandona" las partituras sino que desarrolla toda una teoría de composición/improvisación, los "harmolodics" y de hecho se considera a si mismo un "compositor".