Por Mariano Lastiri.
-TAIA "Simple III: El último chamán" (2011)
La rebelión. Romper aquellos obstáculos. Dar un paso al costado a la indiferencia. La angustia transformada en energía en contra del conformismo. Hacer lo que otros no quieren en pos del bien común. Soportar las miradas de odio y la megalomanía. Apretar los dientes hasta que te estallen las encías. Chascar los dedos hasta que se te claven las uñas. Poner a la naturaleza sobre la artificialidad. Buscar los medios para perfeccionarse ante el vacío existencial. Cortar los lazos que te unen a la desdicha. El Screamo ha logrado instalarse finalmente en nuestras pampas y no es de extrañar la calidad de producciones de bandas como Ostende, Murallas, Arboles en Llamas, La Última Canción del Mundo, Escupen Serpientes y Taia. Para estos últimos podemos decir que los marca algo que varios de sus compañeras de escena no poseen (sin ser un demerito de sus trabajos): La personalidad. Ya desde sus anteriores trabajos, los interesantes "Simple I y II" y "Magnetofonic Sessions", la banda buscaba despegarse de la típica formula de Screamo in your face de popes como Pg 99 y Orchid o del costado más Post-rockero a cargo de bandas como Envy, City of caterpillar o Gantz (para poner ejemplos), haciendo uso de samples y instrumentos tan particulares como el Didgeridoo, derbake y Pincuyo, que le daban un toque más atmosférico y progresivo al asunto, aunque por momentos podían jugarles en contra en cuanto al equilibrio entre la violencia y los momentos introspectivos que suelen tener este tipo de bandas. Con el cambio de baterista, "El último Chamán", equilibra mejor el sonido de la banda logrando un trabajo en algunos aspectos más maduro y en otros, diferente a lo escuchado en sus otros discos. Eso no quiere decir que ese aspecto atmosférico que los distingue del resto de sus pares e incluso de referencias extranjeras, no siga latente, sino que han dejado algo de lado esa sobrecarga ambiental que los caracterizaba por rebajes más psicodélicos (si hay una forma de describirlos) que se logran amalgamar a los más catárticos. Las guitarras siguen dibujando arpegios tan bellos como riffs brutales (para los estándar del genero claro), las voces gritonas que no temen variar a momentos más angustiantes con líricas de una poética tan simple como inteligente, la batería trasmitiendo con cada golpe un triunfo a la inconformidad y los climas son casi un descanso en este viaje de promesas incumplidas en el calamitoso mundo que vivimos. Si sentís lo mismo, podes escucharlo y bajarlo en taiasimple3.bandcamp.com/album/el-ultimo-chaman-simple-3. Si no, el mundo no cambiará de todas formas.
-TAIA "Simple III: El último chamán" (2011)
La rebelión. Romper aquellos obstáculos. Dar un paso al costado a la indiferencia. La angustia transformada en energía en contra del conformismo. Hacer lo que otros no quieren en pos del bien común. Soportar las miradas de odio y la megalomanía. Apretar los dientes hasta que te estallen las encías. Chascar los dedos hasta que se te claven las uñas. Poner a la naturaleza sobre la artificialidad. Buscar los medios para perfeccionarse ante el vacío existencial. Cortar los lazos que te unen a la desdicha. El Screamo ha logrado instalarse finalmente en nuestras pampas y no es de extrañar la calidad de producciones de bandas como Ostende, Murallas, Arboles en Llamas, La Última Canción del Mundo, Escupen Serpientes y Taia. Para estos últimos podemos decir que los marca algo que varios de sus compañeras de escena no poseen (sin ser un demerito de sus trabajos): La personalidad. Ya desde sus anteriores trabajos, los interesantes "Simple I y II" y "Magnetofonic Sessions", la banda buscaba despegarse de la típica formula de Screamo in your face de popes como Pg 99 y Orchid o del costado más Post-rockero a cargo de bandas como Envy, City of caterpillar o Gantz (para poner ejemplos), haciendo uso de samples y instrumentos tan particulares como el Didgeridoo, derbake y Pincuyo, que le daban un toque más atmosférico y progresivo al asunto, aunque por momentos podían jugarles en contra en cuanto al equilibrio entre la violencia y los momentos introspectivos que suelen tener este tipo de bandas. Con el cambio de baterista, "El último Chamán", equilibra mejor el sonido de la banda logrando un trabajo en algunos aspectos más maduro y en otros, diferente a lo escuchado en sus otros discos. Eso no quiere decir que ese aspecto atmosférico que los distingue del resto de sus pares e incluso de referencias extranjeras, no siga latente, sino que han dejado algo de lado esa sobrecarga ambiental que los caracterizaba por rebajes más psicodélicos (si hay una forma de describirlos) que se logran amalgamar a los más catárticos. Las guitarras siguen dibujando arpegios tan bellos como riffs brutales (para los estándar del genero claro), las voces gritonas que no temen variar a momentos más angustiantes con líricas de una poética tan simple como inteligente, la batería trasmitiendo con cada golpe un triunfo a la inconformidad y los climas son casi un descanso en este viaje de promesas incumplidas en el calamitoso mundo que vivimos. Si sentís lo mismo, podes escucharlo y bajarlo en taiasimple3.bandcamp.com/album/el-ultimo-chaman-simple-3. Si no, el mundo no cambiará de todas formas.